Este documento es un tributo del autor a su tío Julio, quien ha tenido una gran influencia en su vida y en la forma en que ve el mundo. El autor describe a su tío como un médico compasivo que ayudó a formar a personas excelentes. Compartían muchos intereses como la lectura, la música y la política de izquierda. A pesar de ser creyente, el tío Julio cuestionaba las estructuras de la iglesia. El autor aprecia haber crecido con alguien que le transmitió valores como la empatía y la forma de tratar
Pablo Ibar (Dania-Florida, 1972), sobrino del boxeador zestoarra José Manuel Ibar, ‘Urtain’, sigue luchando por conseguir un nuevo juicio con garantías legales. En el año 2000 fue condenado a muerte por el asesinato del dueño de un club de alterne y dos modelos en Florida (EEUU). 24 enero 2010 Diario Noticias Álava
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Para mi tío
1. Para el Dr. Julio Pazos Onofre.
Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
José Martí
No siempre sonrío en las fotos, en realidad, en la mayoría no sonrío.
Probablemente, no sonrío porque no tengo confianza de con quien estoy o el lugar en el que estoy.
En estas fotos, estaba con un tío, el tío Julio, su esposa, la tía Esther y mi hermana, que tomó las fotos.
Y estoy sonriendo. Estaba en confianza.
Lo que uno es, en gran medida, lo he dicho varias veces, depende de las personas con las uno creció,
las personas que influyeron en uno.
Puede tocar la suerte de que influyan para bien o para mal.
Puede tocar que le impulsen a ser mejor o que te hundan.
En mi caso, yo tengo varias aficiones y hábitos, varias actitudes y convicciones, bajo las que actúo, con
las cuales me rijo, y muchas de ellas las aprendí del tío Julio, médico de profesión, ejerció por más de
50 años. Ahora mismo está en manos de otros médicos como él. Está grave. Pero aún se tiene la
esperanza de que su condición mejore y salga del mal trance.
Cuando visitaba a mi madre, los últimos años que ella vivió fueron muy unidos, siempre llegaba con
algo, leche, pan, verduras o frutas. Era un gran motivador, su frase característica al llegar o irse era
2. “arriba corazones”. Junto con la tía Esther formaron a dos excelentes personas, sus hijos Julio y Oscar,
médicos los dos, pero lo mismo animaban a sus hijos que nos animaban a mi hermana, a mí o a los
demás primos. Pensaba en los demás, tenía una gran capacidad de empatía y era un gran conversador.
Y si era un gran conversador era porque sabía de muchos temas, siempre estaba bien informado de lo
que acontecía en el país. Leía mucho, si veía la televisión era para ver cuando jugaban las chivas. Leía
de todo, filosofía, medicina, historia, política, poesía. Era un gran amante de la música, desde los
boleros, el tango hasta Bach y Vivaldi. Le gustaba la bohemia, la guitarra, el órgano, la música de tríos.
Disfrutaba mucho las reuniones familiares porque generalmente había música en vivo.
Fue un gran idealista, creyó que la izquierda podría algún día cambiar el rumbo del país. Creyó mucho
en los movimientos sociales del pasado y de ahora, cuando digo que era empático lo era no sólo con
quienes atendía en el consultorio sino también con los campesinos, ellos crecieron en un pueblo y
siempre le gustaba visitarlo y recordar a muchos personajes de su infancia, muchos de ellos,
campesinos, con los indígenas, vivió más de diez años en Chiapas, por eso entendió muy bien lo del
movimiento zapatista y las condiciones en las que vivían los lacandones y chamulas.
Por otro lado, aunque era creyente, siempre cuestionó las estructuras eclesiásticas. Hubo un tiempo,
hace muchos años, que yo discutía mucho con él, a causa de la religión. En ese tiempo yo era un fiel
creyente y en consecuencia un defensor a ultranza del Papa y toda la jerarquía. Pero afortunadamente
desperté, y tuve la oportunidad estos últimos años de hablar con él de todos estos temas, entendiendo
mejor lo que quería que yo comprendiera años atrás.
Es y ha sido un privilegio haber crecido con gente que me ha heredado una cultura, una forma de vida,
una forma de ver la vida y de tratar a los demás.
Mi tío está grave, esperamos que mejore y continúe haciendo lo que hasta ahora ha hecho, pero si la
vida tiene otros planes, sé que él no morirá.
Se ha encargado de comunicar a los demás, a sus cercanos, a nosotros, aquello que él es: Sus valores,
sus convicciones, su actitudes, su forma de pensar, de ver a los demás, de tratar a los demás, de ser con
los demás.
Si llego al aula, y les hablo, y les explico, la forma en la que lo hago, la forma en que los trato, la forma
en que intento motivarlos, tiene en el fondo algo de lo que mi tío fue, ha sido y es, hasta hoy.
Hasta la victoria, siempre!!!