Este documento ofrece instrucciones para que los nuevos creyentes crezcan en su fe. Recomienda 3 pasos principales: 1) Alimentarse diariamente con la Palabra de Dios mediante la lectura, estudio, meditación y obediencia de las Escrituras; 2) Orar a Dios diariamente dándole gracias, adorándolo, pidiendo ayuda y confesando pecados; 3) Asistir regularmente a la casa de Dios para adorar juntos y profundizar la amistad y compañerismo con otros creyentes.

1. Segunda Etapa:
Estudie La Biblia

2. “Desead, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no
adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación”
(1 Pedro 2:2).

3. El nuevo creyente necesita los
siguientes pasos para crecer:
1.Aliméntese diariamente con la
Palabra de Dios.
2.Ore a Dios diariamente.
3.Asista a la casa de Dios.

4. 1
Aliméntese
diariamente con la
Palabra de Dios.

6. ¿Cómo?

7. 1.1 Leerla
“Y lo tendrá consigo, y leerá en él
todos los días de su vida, para que
aprenda a temer a Jehová su Dios,
para guardar todas las palabras de
esta ley y estos estatutos, para
ponerlos por obra”
(Deuteronomio 17:19).

8. 1.2 Estudiarla
“Escudriña (estudiar) las
Escrituras; por que a vosotros
os parece que en ellas tenéis la
Vida Eterna; y ellas son las que
dan testimonio de mi”
(Juan 5:39).

9. 1.3 Meditarla
“Si no que en la ley de Jehová está
su delicia y en su ley medita de día y
de noche” (Salmos 1:2)
“Me acordaba de mis cánticos de
noche; meditaba en mi corazón, y mi
espíritu inquiriría” (Salmos 77:6)

10. 1.4 Memorizarla
“En mi corazón he guardado tus
dichos para no pecar contra ti”
(Salmos 119:11).

11. 1.5 Obedecer sus Enseñanzas
“No se complace Jehová tanto
en los sacrificios como en que
se obedezca su palabra”
(1 Samuel 15:22).

12. 2
Ore a Dios
diariamente.

14. En oración puede dar gracias y
adorar a Dios, pedirle ayuda,
confesar sus pecados, y orar por
otros.
“Si alguno pidiereis en mi nombre,
yo lo haré” (Juan 14:14)
“Orad sin cesar”
(1 Tesalonicenses 5:17).

15. 3
Asista a la casa
de Dios.

17. Dios manda que nos reunamos
con la familia de Dios para
adorar juntos y para profundizar
nuestra amistad y
compañerismo. “Yo me alegré
con los que me decían: A la casa
de Jehová iremos”
(Salmos 122:1)

18. “No dejando de congregarnos,
como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más cuanto veis que
aquel día se acerca”
(Hebreos 10:25).

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