La Restauración en España (1874-1902) supuso la vuelta al poder de la dinastía borbónica y un periodo de estabilidad política bajo el sistema canovista de turno pacífico entre los partidos Liberal y Conservador. Este sistema se basaba en el control de las elecciones y el caciquismo para mantener el statu quo entre las élites y excluir a otros partidos. La economía de la región permaneció estancada, dominada por la agricultura y los latifundios.