Colección de pautas o consejos de sabiduría, relativos a la preservación de la unidad (interior) según la filosofía taoísta. Ni su autor ni su origen están claros para los investigadores y, si bien hay registros del siglo XI d.n.e. en atribuirlo a Lüqiu Fangyuan (dinastía Song del Norte), habría trazas que remontan sus contenidos al período Han. Esto se revela en la información que anota Ge Hong, haciendo referencia a su maestro Zheng Yin (hacia 215-hacia 302) quien estimaba que la preservación de la unidad constituye el más eficiente de los innumerables métodos existentes para garantizar la invulnerabilidad.
Pautas secretas del santo señor del libro de la paz gloriosa
1. “Pautas secretas del Santo Señor del
Libro de la Paz Gloriosa”.
Transmitidas por el Señor Muchacho Verde,
Consejero Supremo.
Traducción erudita1 del chino al francés por Grégoire Espesset2
Traducción literaria del francés al castellano por Ismael Berroeta (2013)
1
2
Publicado en francés en T'oung Pao (2010) 1-50.
Miembro Asociado del Centro de Investigación sobre las Civilizaciones del Asia Oriental, Paris, Francia.
Nacido en 1968.
2. 2
Colección de pautas o consejos de sabiduría, relativos a la preservación de la
unidad (interior) según la filosofía taoísta. Ni su autor ni su origen están claros
para los investigadores y, si bien hay registros del siglo XI d.n.e. en atribuirlo a
Lüqiu Fangyuan (dinastía Song del Norte), habría trazas que remontan sus
contenidos al período Han. Esto se revela en la información que anota Ge Hong,
haciendo referencia a su maestro Zheng Yin (hacia 215-hacia 302) quien
estimaba que la preservación de la unidad constituye el más eficiente de los
innumerables métodos existentes para garantizar la invulnerabilidad.
3. 3
Conclusión3
En el Taiping jing, el Maestro Celeste (tianshi 天師) encargado por el cielo de
predicar la revelación de la Paz Gloriosa afirma que la preservación de la unidad
compone una parte importante de sus escritos, y que éstos no son diferentes de los
textos antiguos y actuales que tratan del método. Este discurso es, al menos en
parte, destinado a seducir una audiencia familiarizada con este tipo de prácticas y
que exige quizás garantías para aceptar la nueva revelación. Un discípulo recuerda
haber investigado “los métodos de preservación de la unidad y de nutrición de la
naturaleza interna, para un total de 300 principios” 守一養性之法、凡 三百首 antes
que los discursos del maestro no lo hubiesen convertido. Ahora bien, es en estas
páginas que el maestro clasifica la preservación de la unidad con las cosas
superficiales (fuhua 浮華), sugiriendo que él considera el método como una enseñanza
de base destinada a ser superada. De hecho, las referencias al método de
preservación de la unidad del cual él plantea sus sermones relatan a menudo una etapa
preliminar indispensable en vista de la obtención del Tao. Su utilidad es, por ejemplo,
de conocer los incumplimientos en términos de moralidad o de reflexionar sobre sus
faltas para regenerar su suerte de vida. En otros términos, el método es integrado al
aprendizaje religioso del neófito. De esta manera, es lógico que la tradición de la Paz
Gloriosa y su corpus no estén prioritariamente asociados a los métodos de
preservación de la unidad. Y, de hecho, cuando Tao Hongjing, en el Dengzhen yinjue,
evoca los especialistas de este tipo de método (shouyi jia 守一家), acaba de precisar
que es el Suling jing 素靈經, un texto no habiendo aún sido revelado (literalmente “no
circulando aún en el mundo”, 未行於世), el cual constituye “la base fundamental” (zong
ben 宗本) de este método.
Sobre el plano de la historia ideológica de la tradición de la Paz Gloriosa, el
tema de la preservación de la unidad permite también comprender como el problema
de la ambivalencia de la lógica tríadica en el Taiping Jing ha sido resuelto en la
práctica. En un pasaje tratando de meditación en aislamiento, el Taiping jing chao
afirma que “preservar la trinidad no se compara con preservar la dualidad, preservar
la dualidad no se compara con preservar la unidad” 守三不如守二、守二 不如守一. Para
el autor del Taiping jing chao, se trata de la lógica de reconquista que pesa más que
la lógica de la decadencia. La ideología tríadica, encapsulada por la tríada divinoesencia-aliento, impone al texto esas prácticas discursivas, pero importa únicamente
como constatación del estado de cosas. En el corazón mismo de este dispositivo
3
Ver T'oung Pao (2010) 1-50, por Grégoire Espesset. El trabajo está dividido en: (Introducción),
Ediciones, Análisis del título y del subtítulo, Problemas de paternidad y datación, Fuentes y verificación,
Estructura literaria y análisis interno, Conclusión, Anexo 1: Tabla de verificaciones, Anexo 2: Traducción
integral de las Pautas Secretas.
4. 4
tríadico total, es la unidad inseparable de cada tríada quien asegura la cohesión de
conjunto del sistema. Sobre este punto particular, la convergencia ideológica del
Taiping jing chao y de nuestra colección argumenta a favor de una paternidad común.
La colección de las Pautas ha indudablemente sido compilada a partir de una
selección temática operada en una versión del Taiping jing cuyas estratas textuales
más antiguas podrían remontar a los siglos II y III de nuestra era, como lo sugiere el
análisis de las rimas. Este material de base, que expone prácticas distintas de
aquéllas que se trata en el Baopu zi, vehículo de una ideología virgen de influencia
búdica e independiente de las representaciones fisiológicas de la corriente Shangqing.
El compilador de la colección ha completado este material antiguo con préstamos del
corpus exegético constituido alrededor de obras taoístas clásicas –entre ellas el
Laozi- sobre un período extendiéndose hasta el fin de la dinastía de los Tang, lo cual
está de acuerdo con la datación sugerida por la hipótesis de los especialista chinos y
japoneses; por tanto, la identidad del responsable de la compilación permanece
imposible de confirmar o de refutar.
La identidad de las divinidades mencionadas en el título de nuestra colección
sugiere la recuperación de la tradición de la Paz Gloriosa por la corriente taoísta
Shangqing hacia fines del período de las Seis Dinastías. Otras tres fuentes del
corpus de la tradición integran igualmente elementos sacados de la biografía del
Señor Li, Santo Posterior (Housheng Lijun 後聖李君): el relato que cierra la tabla de
materias del Taiping jing en S.4226, el prefacio canónico del Taiping jing y el primer
juan del Taiping jing chao. La coincidencia, entre esos elementos, de ciertos temas
de predilección de la corriente Shangqing invita a pensar que esta recuperación tuvo
por telón de fondo las especulaciones mesiánicas y apocalípticas que se desarrollaron
en el curso del período. En el caso de las Pautas Secretas, el único impacto visible de
esta recuperación es la incorporación de las menciones de dos divinidades del panteón
Shangqing, en el título, el subtítulo y el comienzo del primer versículo. Esta
recuperación no significa pues que el material original ha necesariamente
experimentado una reescritura en profundidad.
Durkheim veía en el ascendiente religioso una simple particularización de la
autoridad moral de la sociedad. Parece incontestable que la experiencia religiosa de la
preservación de la unidad se inscribe en un sistema totalizante de representaciones
monistas teniendo implicaciones no solamente morales, sino también políticas y
sociales, cosmológicas, epistemológicas, etc. A este respecto, es natural que un
discurso levantando la unidad como panacea produzca un impacto profundo durante
períodos de división de la unidad nacional como las que comenzaron en el hundimiento
de los imperios de los Han y de los Tang o después del repliegue de la dinastía Song
sobre el sur. Por otro lado, el mismo discurso puede ser interpretado como un elogio
5. 5
vibrante de la unidad triunfante, glorificando la unidad política realizada o
restaurada. Es en este contexto de alternancia que deben aprehenderse las Pautas
Secretas del Santo Señor del Libro de la Paz Gloriosa, colección que testimonia
perennidad de una tradición en definitiva mal conocida y de su evolución a través de
las vicisitudes de la Historia.
6. 6
“Pautas secretas del Santo Señor del Libro de la Paz Gloriosa”.
Transmitidas por el Señor Muchacho Verde, Consejero Supremo.
(1) El Santo Señor dijo: Juntos, los tres alientos constituyen uno. El uno es
esencia, el uno es divino, el uno es aliento. Simultáneamente ocupan el mismo
rango, en el fundamento de la raíz de los alientos del cielo, de la tierra y del
hombre. El divino es recibido del cielo; la esencia es recibida de la tierra; el
aliento es recibido de la harmonía central. Asociados unos con otros,
constituyen la unidad. Así el divino se desplaza montando el aliento y la esencia
permanece en su centro. Simultáneos, se ayudan para asegurar el orden. Aquél
que aspira a la longevidad debe amar el aliento, honrar el divino y estimar la
esencia. Porque el aliento, del cual procede el hombre en su origen, es
engendrado por el caos; el aliento engendra la esencia, la esencia engendra el
divino, el divino engendra la luminosidad. Su(s) origen(es) está(n) en los
alientos del Yin y del Yang, que se convierten en esencia; la esencia se
convierte en divino; el divino se convierte en luminosidad. Aquél que aspira a la
longevidad debe preservar el aliento uniéndolo a lo divino, haciendo de tal
manera que la esencia no abandone su cuerpo, y unificando estas tres
instancias en la mente. A la larga, él ve claramente el centro de su persona, el
cuerpo se aligera gradualmente, la esencia aumenta en luminosidad y su luz es
más y más refinada. En el espíritu se logra una inmensa tranquilidad, una
alegría comparable al gozo, y el aliento de la Paz Gloriosa reacciona.
Perfeccionando el interior teniendo repercusiones sobre el exterior, en el
interior se alcanza la longevidad y en el exterior se alcanza el orden. Sin
esfuerzo, se alcanza espontáneamente la paz Gloriosa.
(2) Método para preservar la unidad de la luminosidad. Cuando no se está aún
concentrado, los ojos cerrados no ven sino tinieblas, la vista no percibe
claridad ninguna.
(3) Proteged la unidad una y otra vez, y se produce espontáneamente una luz. Se
ve claramente los cuatro sectores y se les circula de lejos siguiendo la
luminosidad. Se ve enteramente la configuración de su propio cuerpo. Una
multitud de divinidades van a juntarse y se será así capaz de divinizar su
cuerpo.
7. 7
(4) El método para preservar la unidad de la luminosidad es la raíz de una
longevidad extensa. Se puede llevar las miríadas de divinidades fuera de la
puerta de la luz.
(5) Proteged la unidad. Cuando estéis concentrado sobre una luminosidad
semejante al fuego naciente, protegedla cuidadosamente sin perderla. Al
comienzo rojo escarlata, a la larga de un blanco sin mezcla, se vuelve verde con
el tiempo. Penetrad esta luminosidad totalmente y, más adelante, hacedla
volver regulando su unidad. Al interior no hay nada que no sea luminoso, las cien
indisposiciones son expulsadas. Protegedla sin descanso, trascenderéis la
duración de la vida humana.
(6) Método para preservar la unidad de la luminosidad, semejante a la luminosidad
del sol naciente, a la luminosidad del sol en su cenit.
(7) Método para preservar la unidad de la luminosidad. Si la luminosidad es de un
verde sin mezcla, verde y puro, es la luminosidad del Pequeño Yang.
(8) Método para preservar la unidad de la luminosidad. Si la luminosidad es de un
rojo escarlata sin mezcla como la luz del fuego, se trascenderá la duración de
la vida humana.
(9) Método para preservar la unidad de la luminosidad. Si la luminosidad es de un
amarillo sin mezcla y puro, es la claridad de la harmonía central. Es un
excelente remedio del Tao.
(10) Método para preservar la unidad de la luminosidad. De un blanco sin mezcla
como el agua pura, es la luminosidad del Pequeño Yin.
(11) Método para preservar la unidad de la luminosidad. Si la luminosidad es de un
negro sin mezcla, puro como el agua observada a través de una pequeña
abertura, es la luz del Gran Yin.
(12) Método para preservar la unidad de la luminosidad. Si las cuatro direcciones
son oscuras y el centro del abdomen totalmente iluminado, es la luminosidad
de la harmonía suprema, Tao de la gran conformidad.
(13) Método para preservar la unidad de la luminosidad. Si el exterior y el
interior del cuerpo son oscuros, si no hay nada a que aferrarse ni nada
visible, el practicante está en una confusión enojosa. Apresurándose en
8. 8
ayudarlo prescribiéndole remedios y haciendo que, al interior de él mismo,
busque los siete primeros principios de la lista de aquí abajo y tienda hacia
ellos.
(14) Primer principio. Aliento primordial sin interferencia. Reflexionando en su
persona sin ni una sola interferencia. Adentrándose únicamente en la
totalidad de su persona con la mente, como una acumulación de aliento sin
corporeidad. Cuando se haya hecho, no habrá nada irrealizable, nada
desconocido.
(15)
Segundo principio. Se trata de la espontaneidad de la nada. Protegiendo el
cuerpo, y el centro de la persona se ilumina de alto abajo como jade sin
mácula. Es la imagen del aliento primordial que no interviene.
(16)
Tercer principio. Recuento. Concentrándose mucho tiempo y volviendo su
mirada hacia sí. Contando las partes del cuerpo, desde los cabellos a los
cinco dedos de cada pie, distinguiendo el interior y el exterior de la
configuración del cuerpo, sin omitir nada. Meditando así constantemente. Se
llama este principio continuación de la nada.
(17)
Cuarto principio. Meditando sobre las idas y venidas de las divinidades de
los cinco órganos y visualizando sus desplazamientos. Es posible hablarles y
poder conocer lo fasto y lo nefasto. Este principio viene a continuación del
recuento.
(18)
Quinto principio. Las divinidades del Gran Tao. Las divinidades humanas
salen del cuerpo y luego se emparejan con los cinco agentes y las cuatro
estaciones. Verdes, amarillas, blancas y negras, son enteramente idénticas a
las divinidades de los órganos. Van y vienen, abandonan y se reintegran al
cuerpo. Al emplear los funcionarios divinos de los cinco agentes y las cuatro
estaciones, se puede domar a las cien perversidades.
(19)
Sexto principio. Atravesando la felicidad. Emprender penetrándolas a las
divinidades del Tao de la tierra quienes hacen gustar las seducciones y
entrar a medias en la perversidad.
(20) Séptimo principio. Intrigas de los dioses del sol. El cielo, la tierra, las
cuatro estaciones, los dioses del sol y de los cereales, los montes y los ríos:
sacrificar a estas divinidades conduce a los hombres a entrar en contacto
9. 9
con ellas y a implicarse en desviaciones perversas. Corren a su ruina sin
conseguir nada.
(21)
Octavo principio. Divinidades innumerables. Estas divinidades son de todas
clases. No se puede relacionarse a su Tao. Hacen proferir a los hombres
palabras desviadas. Por partes iguales, son perfectas; por partes iguales,
son perversas.
(22) Noveno principio. Los ancestros. Yin puro, éstos no son Los Perfectos. Todas
(las entidades) que responden no son sino manes.
(23) Vía de la preservación de la unidad. Apartad a quienes han preservado la
unidad en el pasado y el presente, después agrupadles por categorías. Los
sabios superiores quienes la preservan trascienden la duración de la vida
humana. Los sabios medianos que la preservan son excelentes ministros y
buenos funcionarios para el soberano. Los menos dotados que la practiquen
no conocen más la alegría ni la cólera, y el mundo es sin resentimiento.
(24) Preservar la unidad, es preservarla con provecho. La bondad se difunde en
todas las direcciones del espacio y la benevolencia reúne los designios del
cielo y de la tierra.
(25) Método para preservar la unidad. Se rejuvenece a pesar de la vejez, los
cabellos blancos vuelven a ser negros, los dientes caídos vuelven a brotar. Si
se preserva (la unidad) un mes, se aumenta la longevidad de un año; dos
meses, de dos años, y así sucesivamente.
(26) Método para preservar la unidad. Comenzando a pensar en aislarse en un
lugar cuyos cierres deben ser dobles y los muros espesos, de suerte que
ningún clamor, ninguna algazara sea audible.
(27) Método para preservar la unidad. Cuando la claridad gana los seis externos,
la persona está entonces sin perjuicio y puede guiar su vida a su término.
Obtendréis la perennidad.
(28) Proteged la unidad sin falta, todas las cosas se realizarán y os anticiparéis a
rechazar todos los tormentos. La unidad siendo restaurada, ¿hacia qué otra
cosa tender?.
10. 10
(29) Proteged la unidad sin cesar. Funcionarios, vosotros que aspiráis a existir
sin angustia, no podéis engañaros mutuamente y dejar colgar vuestras
vestiduras juntando las manos.
(30) Preservar la unidad, eso constituye un largo vagar. Haciéndose responsable
de sí mismo constantemente y las desgracias serán eliminadas.
(31)
Método para preservar la unidad. Los remedios divinos vienen de ellos
mismos.
(32) Método para preservar la unidad. Las calamidades ordinarias no causan
ningún daño. Reteniendo cada uno la unidad, los seres humanos no tienen
necesidad unos de otros. Los tigres y los lobos no se dejan ver más, los
dragones no se levantan más, y todas las criaturas venenosas os evitan.
Vosotros que aspiráis a estar duraderamente sin angustia, buscad la unidad
y las cien divinidades y los mil manes no os pondrán más en peligro. Dedicaos
a preservar la unidad con constancia, y los desastres y las calamidades no
regresarán más.
(33) Método para preservar la unidad. No hablar está en la base. Cerrando
cuidadosamente su puerta, protegiendo cuidadosamente sus divinidades
corporales y no atreviéndose a dejarlas escapar. Siendo el exterior oscuro y
luminoso el interior, la unidad es entonces realizable.
(34) Método para preservar la unidad. Se viajará con las divinidades, que vendrán
ellas mismas por miríadas, radiantes, y que será posible acompañar.
(35) Cuando se aspira a preservar la unidad, la alegría y la cólera son
indisposiciones. La unidad es visible cuando no se está ni alegre ni
encolerizado.
(36) Método para preservar la unidad. En el interior están los cinco protectores,
en el exterior los seis observadores. Estas once divinidades son del mismo
orden.
(37) Método para preservar la unidad. Es importante reflexionar en la
incorporeidad original. La vida procede de la unión de las fibras musculares
y los líquidos corporales. Al eliminar la vejez para rejuvenecer, es posible
obtener una larga vida. Si protegéis la unidad, no empleéis muchos
conocimientos. Proteged la unidad sin descanso y no habrá una sola cosa que
11. 11
no sepáis. Obtendréis todo lo que pidáis y llegaréis a ello estando sentados
bien derecho. Vosotros que aspiráis a un gran júbilo, aprended a conocer la
unidad, renunciad a los honores y a la notoriedad, entonces estaréis de
acuerdo con la unidad. Vosotros que deseáis aprovechar vuestros días de
ancianidad, preservad temprano la unidad. Sentado o estirado sobre una
superficie plana, preservad la unidad y viceversa. Saciaos sin alimentaros y
no conoceréis la decadencia de la senectud.
(38) Método para preservar la unidad. Todo progresa gradualmente. Preservadla
largamente, en primer lugar hasta alcanzar cien días.
(39) Método para preservar la unidad. No os dejéis distraer, entonces la unidad
se manifestará ella misma.
(40) Cuando se aspira a preservar la unidad, se entra entonces en contacto con
las divinidades. Se busca entonces en el abdomen incluso que se esté
tranquilamente estirado, sin interferir. Se conoce entonces el este de la
montaña incluso que se estuviera al oeste de la montaña.
(41)
Método para preservar la unidad. Es la raíz original de las miríadas de
divinidades. Estando la raíz profunda y las divinidades serenas, no hay
manera de morir.
(42) Método para preservar la unidad. Viejos y jóvenes obedecen a reglas
diferentes. Es en función de sus disposiciones naturales que cada uno
encuentra la unidad.
(43) Método para preservar la unidad. Empobrecerse tranquilamente y tomarle
gusto a la humildad. Es buscando constantemente la unidad en el interior de
sí mismo que se la verá, y se comprenderá que no hay ni nobleza ni humildad.
(44) Método para preservar la unidad. Alimentarse poco constituye la base. Las
divinidades perfectas gustan de la limpieza, la suciedad de los excrementos
perturba al aliento.
(45) Método para preservar la unidad. Pensando secretamente en sus puntos
importantes, luego volver a empezar de forma completa, sin fin ni límite. El
rostro se ilumina y las divinidades esenciales emiten un resplandor
penetrante.
12. 12
(46) Método para preservar la unidad. Cien días constituyen una pequeña
serenidad, doscientos días una serenidad mediana, trescientos días una gran
serenidad. En el interior aquello provoca una felicidad constante. Los tres
cadáveres ya han caído.
(47) Método para preservar la unidad. Hay 366 partes del cuerpo a enumerar; a
cada parte enumerada corresponde una esencia, a cada esencia una
divinidad. Estando realizada la obra de preservar la unidad, estas
divinidades llegan a ser visibles.
(48) Método para preservar la unidad. Cuando los cinco administradores internos
vagan del corazón hacia el exterior, entonces el interior no es más
administrado. Al no preservarse bien la unidad, se va a contra corriente en
el interior preocupándose del exterior, suscitando el resentimiento de la
unidad.
(49) Método para preservar la unidad. De guardia, están los seis directores del
destino, divinidades que juntas debaten las faltas de los humanos.
(50) Método para preservar la unidad. Es la base del control de la bondad
humana por las divinidades, el método para alejar las desgracias y el medio
de alcanzar la felicidad. Quien preserve la unidad controla el instrumento
divino. Procediendo por acumulación, desde una divinidad hasta alcanzar
miríadas, obtendrá el Tao con el mismo único instrumento.
(51)
Método para preservar la unidad. Si, en el interior, se va a contracorriente
de la norma, las cinco vísceras son desorganizadas y las seis entrañas no son
más preservadas. La multitud de las divinidades se asusta y se aflige, salen
todas del cuerpo y presentan su informe en el Palacio de la Claridad. Aquello
se manifiesta al comienzo irremediablemente por el color de su rostro.
Juntos, el cielo y la tierra lo saben. Cuando la multitud de las divinidades se
haya ido, el cuerpo morirá.
(52) Método para preservar la unidad. Demostrar bondad y el resultado será
visible. Cuando se hace (cada) día manifestarse la bondad, la pureza y la
quietud, las divinidades emiten progresivamente una claridad, al comienzo
como la de las luciérnagas, a la larga comparable al resplandor del rayo.
13. 13
(53) Método para preservar la unidad. En el exterior, adquiriendo mérito
conduciéndose con humanidad y prodigando favores, sin esperar retribución.
Igual cosa para la pureza y la devoción filial.
(54) Método para preservar la unidad. Hay cien clases de felicidad pero también
cien desgracias. Cuando se preserva la unidad pero sin consagrarse
enteramente a ello, cuando las razones de atarearse en el exterior son
numerosas, las cien divinidades entran en conflicto, éxitos y reveses se
suceden.
(55) Método para preservar la unidad. Aquél quien, en su interior, se consagra a
ello constantemente, las divinidades lo aman como a un recién nacido. ¿Cómo
las cien desgracias se atreverían a afligirlo?
(56) Método para preservar la unidad. Al igual que las divinidades del cielo y de
la tierra, saliendo del Yin y entrando en el Yang. No hay asunto que no se
aclare.
(57) Método para preservar la unidad. Al comienzo conociendo los designios del
cielo, quien engendre y transforme los diez mil seres, gobierna sin hablar, y
obra sin ejercer autoridad. El Tao engendra la visión perenne o perpetuidad.
(58) Método para preservar la unidad. Se puede conocer las miríadas de cosas,
pero estas miríadas de cosas no permiten conocer la unidad. Quien preserve
la unidad puede trascender la duración de la vida humana, disipar los
desastres, servir a su soberano, no morir, gobernar su familia, servir a las
divinidades, no conocer el desamparo, sanar las enfermedades, conocer la
longevidad y la perpetuidad. La unidad es el principio del aliento primordial,
el alma de los diez mil seres. Si no preservaran la unidad, el cielo perdería
su pureza, la tierra perdería su tranquilidad, el sol perdería su luminosidad,
la luna perdería su brillantez, los astros se apartarían de su trayectoria, las
montañas no podrían evitar desplomarse, los cursos de agua se secarían, las
divinidades no engendrarían ni realizarían nada, y los seres humanos no
vivirían. La unidad es el origen del cual proceden todas las cosas. Conoced la
unidad y llevaréis a cabo miríadas de cosas.
Pautas secretas del Santo Señor del Libro de la Paz Gloriosa