El control prenatal consiste en visitas periódicas a la mujer embarazada para detectar factores que puedan complicar el embarazo o dificultar el parto. La primera consulta debe ser a las 6 semanas y luego una vez al mes hasta el séptimo mes, cada 15 días en el octavo mes, y semanalmente en el noveno mes. Se recomiendan exámenes de laboratorio e ingesta adicional de hierro, ácido fólico y una dieta balanceada.