El documento explica tres razones por las cuales el latín es la lengua de la Iglesia Católica: 1) El latín fue la lengua del Imperio Romano, que Dios preparó para la venida de Jesucristo. 2) El latín posee cualidades como la concisión y la dignidad que lo hacen adecuado para la Iglesia. 3) El latín es una lengua universal, inmutable y no popular, características que coinciden con la naturaleza de la Iglesia Católica.