El régimen porfirista de 1877-1911 en México estuvo dominado por el dictador Porfirio Díaz, quien se reeligió repetidamente y oprimió a sus opositores. Aunque promovió el "orden y progreso" a través de la industrialización y la inversión extranjera, esto resultó en la explotación obrera sin leyes laborales, jornadas largas de trabajo y maltrato infantil. La cultura de este periodo fue afrancesada y se desarrolló la literatura realista y modernista.