Este documento discute los problemas de la posesividad y la falta de empatía en las relaciones interpersonales. Argumenta que cada persona es libre de vivir su vida como quiera siempre que no interfiera con la libertad de los demás. Sin embargo, tras la pandemia se ha observado un aumento del egoísmo, la hipersensibilidad y la falta de empatía entre las personas. El documento concluye que es más importante volver al bienestar social prepandémico que recuperar sólo la estabilidad económica.
Análisis de la persona humana. Papers 1 y 2. Distintos autores con perspectivas sobre las interrogantes del ser humano, la empatia, las relaciones interpersonales y mucho más.
integrantes:
-Allisson Silva
-Camila Levaggi
-Valeria Cafferata
-Hilary Tovar
-Micaela Guiulfo
Análisis de la persona humana. Papers 1 y 2. Distintos autores con perspectivas sobre las interrogantes del ser humano, la empatia, las relaciones interpersonales y mucho más.
integrantes:
-Allisson Silva
-Camila Levaggi
-Valeria Cafferata
-Hilary Tovar
-Micaela Guiulfo
Educación, Integración y Atención a la Diversidad - Conferencia disertada por el Lic. Gustavo Gotbeter durante el 1º Congreso Provincial de Educación desarrollado los días 17, 18 y 19 de Noviembre de 2005 en la ciudad de Esquel, Chubut
Cuál es nuestra apreciación de la tecnología, por qué no ha cambiado durante el último siglo, cómo las redes sociales están cambiando algunas de nuestras ideas sobre la persona, la amistad, etcétera...
Durante el Foro Nacional “Reputación, Verdad, Redes Sociales y Derechos Humanos”, organizado por la Academia Mexicana de la Comunicación y por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que se llevó a cabo hace unos días, se debatió ampliamente sobre la necesidad de utilizar con responsabilidad las redes sociales, ya que si bien son un medio eficiente para compartir información, son también una amenaza para la reputación de individuos y de empresas.
El acelerado crecimiento de redes sociales como Instagram que con apenas 5 años ha logrado ya más de 500 millones de usuarios activos en el mundo, el de Facebook que ya cuenta con más de 2.000 millones de usuarios y Twitter con más de 300 millones, nos muestran claramente la necesidad de los seres humanos de comunicarnos y expresar nuestras experiencias y emociones a través de estas redes.
Educación, Integración y Atención a la Diversidad - Conferencia disertada por el Lic. Gustavo Gotbeter durante el 1º Congreso Provincial de Educación desarrollado los días 17, 18 y 19 de Noviembre de 2005 en la ciudad de Esquel, Chubut
Cuál es nuestra apreciación de la tecnología, por qué no ha cambiado durante el último siglo, cómo las redes sociales están cambiando algunas de nuestras ideas sobre la persona, la amistad, etcétera...
Durante el Foro Nacional “Reputación, Verdad, Redes Sociales y Derechos Humanos”, organizado por la Academia Mexicana de la Comunicación y por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que se llevó a cabo hace unos días, se debatió ampliamente sobre la necesidad de utilizar con responsabilidad las redes sociales, ya que si bien son un medio eficiente para compartir información, son también una amenaza para la reputación de individuos y de empresas.
El acelerado crecimiento de redes sociales como Instagram que con apenas 5 años ha logrado ya más de 500 millones de usuarios activos en el mundo, el de Facebook que ya cuenta con más de 2.000 millones de usuarios y Twitter con más de 300 millones, nos muestran claramente la necesidad de los seres humanos de comunicarnos y expresar nuestras experiencias y emociones a través de estas redes.
El Real Convento de la Encarnación de Madrid, una joya arquitectónica y cultural fundada en 1611 por la reina Margarita de Austria, ha sido revitalizado gracias a una avanzada reconstrucción en 3D. Este convento, una maravilla del barroco madrileño, ha sido un pilar en la vida religiosa y cultural de la ciudad durante siglos. Su rica historia y su valor patrimonial han sido capturados en esta innovadora reconstrucción, diseñada para su exploración, una tecnología que combina la realidad virtual y aumentada para ofrecer una experiencia inmersiva y educativa.
La reconstrucción comenzó con una exhaustiva recopilación de datos históricos y arquitectónicos, incluyendo planos originales y fotografías de alta resolución. Estos recursos permitieron a los especialistas crear una réplica digital precisa del convento. Utilizando software de modelado avanzado, cada elemento arquitectónico y decorativo fue cuidadosamente recreado, desde los majestuosos muros exteriores hasta los intrincados detalles del interior, como los frescos y el retablo mayor.
El resultado es un modelo 3D que no solo respeta la integridad histórica y artística del convento, esto permite que un futuro los usuarios pueden explorar virtualmente el convento, navegando por sus pasillos, admirando su arte sacro y descubriendo detalles ocultos que, de otro modo, serían inaccesibles.
Esta reconstrucción no solo preserva la historia del Real Convento de la Encarnación, sino que la hace accesible a un público global, permitiendo a estudiantes, historiadores y amantes del arte experimentar la grandeza del convento desde cualquier lugar del mundo. Además, la implementación de tecnologías de realidad virtual y aumentada ofrece nuevas oportunidades para la educación y el turismo cultural, haciendo del convento un ejemplo brillante de cómo la tecnología puede ayudar a preservar y difundir el patrimonio histórico.
En resumen, la reconstrucción 3D del Real Convento de la Encarnación es un proyecto que combina el respeto por la historia con la innovación tecnológica, asegurando que este tesoro del barroco madrileño continúe inspirando y educando a futuras generaciones
1. Posesividad
Uno de los grandes defectos del ser humano, desde mi más humilde opinión, se trata de la
posesividad.
A día de hoy, en pleno Siglo XXI, cada individuo es lo suficientemente LIBRE como para hacer con sus
respectivas vidas los que les plazca siempre y cuando no se entrometan en la libertad de los demás.
Ya que una vez interferimos en la libertad de los demás, estamos coartando su propia libertad y, por
ende, estamos atentando a los Derechos Humanos. A unos Derechos Humanos que nos son vitales
desde el momento en el que nacemos para que, de este modo, podamos desarrollar en toda su
plenitud nuestra personalidad, nuestros gustos, nuestra carrera formativa, nuestra carrera
profesional, nuestra vida privada y un largo etcétera.
Siempre he sido de la opinión de que si todos fuésemos iguales cual robots automatizados para
desempeñar ciertas tareas, el Mundo y, para más inri, la Humanidad sería un aburrimiento.
Lo realmente bonito de esta vida se trata de conocer a las personas por lo que son: PERSONAS. Con
sus virtudes y defectos. Porque tan sólo conociéndolas por tal y como son, sin fachadas, sin máscaras;
es como podremos encontrar a personas afines a nosotros. Afines que no iguales ya que no es
necesario que nuestro círculo de amistades sean exactamente iguales a nosotros. De hecho, ¿no es
bonito tener una conversación transcendental debatiendo desde diversos puntos de vista de las que
podamos aprehender?
Pero volviendo al tema de atentar contra la libertad de un individuo, he de decir que ahí caemos en el
error ya que si permitimos que una persona desarrolle por completo todo su ser, es como mejor
estaremos ayudando a que la sociedad en la que vivimos, prospere. Hay que permitir que una persona
se dedique a aquello que realmente le guste y/o apasione para que pueda llegar a ser feliz. Y siendo
feliz en su trabajo es cuando deja de verlo como un trabajo para pasar a ser algo que hago con gusto
y así es como los empleados empiezan a aportar lo mejor de sí mismos a la empresa para la que
trabajen.
Como podrán deducir tras todo este planteamiento, la posesividad es un grave problema cuando
empezamos a hablar de un individuo con los adjetivos posesivos que nos enseñan en los colegios.
Una persona como ser libre que es, NO es “tuyo”. Es libre, totalmente libre de elegir con quien estar
en el momento que le apetezca.
De hecho, lo realmente bonito de una relación sentimental, no recae en “necesitar” a una persona,
sino en “querer” pasar tiempo con la persona en cuestión. Pero querer pasar tiempo con dicha
2. persona no por control ni por celos ni por posesividad, sino porque te sientes lo suficientemente a
gusto y feliz con dicha persona… que pasar tiempo con dicha persona se convierte en todo un placer.
Como mujer físicamente que soy, he tenido que sufrir la posesividad de ciertas personas que se creían
que “soy de ellos” cuando no han sido conscientes de que siempre he sido un espíritu libre. Y como
espíritu libre que soy, siempre y a lo largo de mi vida he hecho lo que me ha apetecido en cada
momento siempre intentando no haciendo daño a nadie ni siquiera a mí misma. Quizá haya tenido la
suerte o la suficiente sabiduría como para saber ir siempre “por el buen camino”, no lo sé. Pero no
todo el mérito ha sido mío ya que dentro de mi personalidad de espíritu libre, sí que he tenido a
personas que me han intentado guiar.
Como iba diciendo, siendo mujer he tenido que sufrir la posesividad ajena hacia mí. No sé si se trata
del micromachismo existente en España o debido a que por mi apariencia física de una mujer asiática,
se debieron de pensar que sigo el prototipo de mujer desvalida, sumisa, obediente, dócil, etc. Pero
como todo en la vida, hay tantas personalidades como personas. Y guiarse por los prejuicios, es un
grave error. Nosotros no sabemos por lo que está pasando una persona ni el bagaje que lleva detrás
como para llegar a ser como es en la actualidad. De ahí que en lugar de centrarnos única y
exclusivamente en nosotros mismos, deberíamos de ser más empáticos e intentar comprender a la
persona que tenemos delante.
No sé si se habrán dado cuenta, pero tras la pandemia he observado que hay mucho más egoísmo,
menos empatía y menos bienestar en términos generales. Cuando en realidad, debería de ser justo lo
contrario. Parece como si los meses del confinamiento en los cuales todos nos uníamos para hacer la
“cacerolada” o cantar o poner música a todo volumen en los vecindarios o un largo etcétera para que
todos pudiésemos tener un confinamiento mucho más ameno… hubiesen quedado en la Era de la
Prehistoria.
De hecho, en mi trabajo de Matrícula de Honor de uno de los grados universitarios que cursé, hablé
de que uno de los efectos negativos tras la pandemia iba a ser que ya no habría librecambismo para
pasar a la producción local. Pero también hablé de los efectos negativos en lo que se refiere a la salud
mental de las personas y al cambio de las relaciones interpersonales. En lo que se refiere a la salud
mental de las personas, mencioné que se iba a agravar con notoriedad. Y en lo que se refiere a las
relaciones interpersonales, mencioné que ya iban a brillar por su ausencia. Y, como han podido
comprobar, el tiempo me dio la razón.
Pasear ahora por las calles en la actualidad no es lo mismo que pasear por las calles de antes de la
pandemia. Que, por cierto, cuando el mundo entero criticó a China denominándolo como “virus
chino” y diciendo barbaridades, ahora se ha publicado un artículo diciendo que fue un escape de un
laboratorio. Esto es como la “gripe española” de 1918 que en realidad no comenzó en España.
Y yo me pregunto: ¿por qué nos empeñamos en poner motes despectivos en lugar de ceñirnos a ser
más objetivos?
Y con esta pregunta paso a otro asunto que también nos concierne: la hipersensibilidad. Parece como
si ahora se hubiese propagado cual pandemia silenciosa un egocentrismo tal, que en lugar de ser
empáticos con los demás… todo lo que hacen los demás afectase de una forma muy personal. O dicho
3. de otro modo: se ha pasado de abogar y defender el “bienestar común” para pasar a mirar única y
exclusivamente por el beneficio propio.
Los políticos se empeñaron en querer a volver a la estabilidad económica pre-pandémica. Pero lo que
a mí más me importa es volver al bienestar social pre-pandémico. Sin bienestar social, no queda nada.