La actividad propuesta consiste en que una vez al mes las familias de los alumnos lleven un plato hecho en casa al colegio para fomentar la participación de los padres. Los platos se dispondrán en el pabellón y luego todos ayudarán a recoger y clasificar los residuos. El objetivo es establecer una mejor relación entre padres y maestros e iniciar a los alumnos en la cocina. La actividad también transmitirá valores como la diversidad cultural, las relaciones interpersonales y la cooperación familiar.