Los precios psicológicos influyen en las decisiones de compra de los clientes. Los precios redondeados se asocian con productos de gama alta, mientras que los precios impares se asocian con productos más baratos o promociones. Las empresas también utilizan comparaciones de precios, programas de lealtad, descuentos y promociones para influir en la percepción de los precios por parte de los clientes.