El documento describe las características del arte gótico en Europa occidental entre los siglos XIII y XV. Se desarrolló en las nuevas ciudades con catedrales cada vez más altas que utilizaban arbotantes, contrafuertes y arcos apuntados para soportar vidrieras. La escultura se volvió más realista y la pintura buscó representar la profundidad y los sentimientos. El arte mudéjar de los musulmanes en territorio cristiano combinó elementos románicos, góticos y decorativos islámicos.