Una mujer compró latas de gaseosa y las guardó en la heladera, pero falleció días después. La autopsia reveló que murió de leptospirosis, contraída al beber directamente de la lata infectada con orina seca de rata. Las latas a menudo están contaminadas con bacterias y gérmenes debido a la exposición a roedores en depósitos, por lo que se recomienda lavar la parte superior antes de abrirlas.