Las pilas convierten energía química en eléctrica mediante reacciones químicas entre electrodos de metales diferentes sumergidos en un electrolito. Las pilas primarias no se pueden recargar, mientras que las secundarias sí mediante la aplicación de corriente eléctrica. Las pilas alcalinas comunes usan zinc, manganeso y potasio, y se emplean en dispositivos portátiles.