La economía venezolana se encuentra en una situación crítica, con una hiperinflación que no se ha podido frenar y que ha causado estragos. La producción petrolera y la economía en general han colapsado, con seis años consecutivos de recesión, y la producción de petróleo cayó otro 20% en los primeros meses de 2019. Los sectores industrial y agrícola operan con más del 70% de capacidad ociosa, y las finanzas públicas se han reducido drásticamente. Venezuela necesita ayuda financiera externa y atraer