La doctrina social de la Iglesia se refiere a la enseñanza moral de la Iglesia en temas sociales, políticos y económicos. Se basa en principios como la dignidad de la persona humana, los derechos humanos, el bien común y la solidaridad. Defiende el respeto a la vida, la libertad y los derechos de las personas, especialmente de los más vulnerables, y promueve la justicia social y la distribución equitativa de los recursos.