La Doctrina Social de la Iglesia se desarrolló en el siglo 19 para dar valor permanente a la enseñanza de la iglesia sobre los derechos humanos y la dignidad humana. La Iglesia pide solidaridad entre las naciones para promover plenamente los derechos humanos y responde a problemas sociales con la encíclica Rerum Novarum, indicando que los derechos deben ser respetados por todos.