La estadística se basa en mediciones y datos concretos para medir fenómenos, mientras que la probabilidad es estimativa y sirve para determinar la posibilidad de que ocurran eventos. Un ejemplo es lanzar un dado: la probabilidad de cada número es de 1/6, y la estadística mide qué números salen con más frecuencia después de multiples lanzamientos. La probabilidad cuantifica la incertidumbre sobre la ocurrencia de eventos, mientras que la estadística analiza datos para hacer inferencias.