El documento enumera y define cinco problemas internos de Perú: corrupción, injusticia social, educación deficiente, narcoterrorismo y pobreza. Propone soluciones a estos problemas como crear un sistema ético que fiscalice la corrupción, promover la empatía social, mejorar el sistema educativo, perseguir a los financiadores del narcoterrorismo y dar prioridad a programas sociales existentes. Concluye que las soluciones están más cerca de lo que parece y depende de que la sociedad de el primer paso.