Un proceso industrial puede describirse como una secuencia de cambios químicos y/o físicos en una sustancia. Los procesos pueden clasificarse como operaciones continuas, discretas u operaciones por lotes. Las operaciones continuas implican procesar fluidos de forma continua sin parar, mientras que las operaciones discretas producen productos de forma individualizada. Las operaciones por lotes implican procesar materiales en grandes cantidades siguiendo una secuencia específica bajo ciertas condiciones.