El interferón fue el primer medicamento producido por ingeniería genética y se usa como tratamiento complementario para el cáncer. La producción de interferón era cara hasta que en 1980 los genes de interferón se introdujeron en bacterias usando tecnología de ADN recombinante, permitiendo una producción masiva y purificación barata. La ingeniería genética incluye técnicas como el ADN recombinante y la PCR, y tiene aplicaciones en medicina e industria farmacéutica como la obtención de proteínas, vacunas y anticuerpos monoclonales.