La propuesta busca otorgar concesiones de instalaciones de energía limpia a inversionistas privados por un periodo de tiempo hasta que se recupere la inversión y se obtengan ganancias, momento en el cual las instalaciones pasarían a manos del gobierno. Los inversionistas tendrían la opción de administrar las instalaciones a cambio de una ganancia. Los objetivos son convertir a México en líder en energías limpias con la participación de inversionistas privados.