Propuesta Alianzas tecnològicas para una salud integral (parte II)
1. ALIANZAS TECNOLOGICAS
DE INNOVACIÓN PARA
UNA SALUD FÍSICA
INTEGRAL (Parte II)
Doctorado en
Ciencias Gerenciales
ASIGNATURA: ALIANZAS
TECNOLÓGICAS
Dra. TIBISAY HERNANDEZ
M.S.C. Liliana Parisella
2. ¿Tecnología Básica,
Emergente o Clave?
Recordando un poco el objetivo de la
propuesta, referente a la constitución de
alianzas entre instituciones, organismos
privados y públicos del sector salud
donde se facilite la transferencia
tecnológica como herramienta en el uso
de la prevención de salud, es obligado
analizar la condición sobre ¿cual de los
tipos de tecnologías
se adapta
verdaderamente a los requerimientos de
esta propuesta?.
Por lo cual, es oportuno, partir de la
siguiente frase: la tecnología no se
puede
considerar
como
una
“bendición pura” y mucho menos
como una “maldición incontrolable”
(Mesthene, 1970).
De este modo, se detona la importancia
de la selección idónea de la tecnología
que auxiliará la propuesta, y la vía para
la gestión de las alianzas que se
aplicarán en este negocio.
En tal sentido, el proceso gerencial de
estos centros de salud cumple un
papel importante y es el de evaluar la
tecnología
apropiada,
gestionar
formas de obtención, ésta debe ser
segura, a costos menores dentro de
procesos efectivos para el sistema de
prevención de salud y rehabilitación
donde incluya además la planeación,
evaluación, adquisición, instalación,
mantenimiento, capacitación, uso y
obsolescencia,
del
equipo
o
tecnología a utilizar; así como,
la
reposición de la misma.
3. ¿Tecnología Básica,
Emergente o Clave?
Es de interés señalar también que toda
tecnología tiene su ciclo de vida, siendo
éste quien determina su uso estratégico
dentro de la empresa pudiendo incluso
pasar por las tres etapas: emergente,
básica, y clave.
En el caso de la emergente, tienen un
potencial económico grande
pero
también genera un nivel de riesgo e
incertidumbre grande. De ser aplicada a
esta propuesta, tendría la gerencia de los
centros de salud involucrados estar
dispuestos a invertir y arriesgar un capital
considerable para tomar ventaja a los
competidores del sector. Este tipo de
tecnología puede convertirse, según
Betancourt
(1998);
en
el
arma
competitiva de las empresas que la
adopten, siempre y cuando sea
aceptada y refrendada por el mercado;
de lo contrario, podría morir en el tiempo.
Considerando este referente, en el
sector salud, antes de implementar
esta tecnología, es fundamental
definir un
perfil no sólo de las
enfermedades y trastornos que serán
atendidos, sino también; saber, con
visión de largo plazo, la incidencia
política del país donde funcionan los
centros; el impacto y exigencias del
gobierno para el sector salud, el
alcance a la población que se
atiende; de modo que, se pueda
tener bases medibles, sobre el futuro
de la salud en el país, y los problemas
a los que se enfrenta con frecuencia;
como los del ámbito económico y los
que atañen para la adquisición de
equipos y tecnología.
4. ¿Tecnología Básica,
Emergente o Clave?
Ahora bien, ¿que ocurriría en el caso de
que esta tecnología emergente se logre
consolidar en el sector salud?
Pasaría a convertirse en el sustento
operacional y estratégico de estos
centros destinados a la prevención
integral.
Pues, según, Betancourt, (1998), La
tecnología clave es aquella que ha
sido incorporada plenamente a la
empresa y su utilización está
aportando un elemento diferenciador
frente a la competencia; es decir,
contribuye en el caso de la propuesta a
estimular
beneficios
económicos
importantes a la vez que genera mayor
productividad en la actividad propia de la
prevención.
Por lo tanto, decir que es mejor la
tecnología clave a la emergente, no
sería lo apropiado, sino más bien,
partir de esa tecnología que ya está
siendo utilizada hoy día, y pasar a
desarrollarla
internamente hasta
integrarla por completo como medio
propio para desarrollar las actividades
a las que se dedican estos centros.
Sin embargo, otro de los elementos
más importantes, es que para llegar a
tener una tecnología clave, estos
centros que buscan atender las
enfermedades de
riesgo primario
cardiovascular o de compromisos
físicos, deben desarrollar una cultura
organizativa
que
fomente
la
creatividad en todas las áreas
posibles, aliándose con institutos para
la Investigación y desarrollo en
ámbitos asociados o incidentes al
sector salud.
5. Marco Jurídico
Partiendo de
lo que establece la
Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, en cuanto a la igualdad
de oportunidades y el desarrollo integral
del
ciudadano.
Así mismo, lo
establecido en el artículo 83: El estado
promoverá
y
desarrollara
políticas
orientadas a elevar la calidad de vida, y el
bienestar colectivo. Todo ciudadano tiene
derecho a la protección de la salud. Se
propone, orientar la actual propuesta, a
acciones
enmarcadas
dentro
del
concepto de salud física integral.
Claro está, amparado por otros artículos
de ley como la Locty, que le otorguen un
marco jurídico que asegure la selección
de
recursos,
infraestructura
y
equipamientos
con
tecnología
innovadora para el área de la salud
capaces de atender las exigencias de la
negociación, dirección y gestión de cardiovascular y de
población en riesgo
las alianzas tecnológicas que físico. De modo, que se
compromiso
permitan Ia innovación el aprovechamiento de la
logre
empresarial, en Ia detección el sector salud para una
tecnología en
y desarrollo demejor utilización de los programas
oportunidades de
negocio apalancadas en Iaen este centro.
aplicados
incorporación de nuevas
tecnologías.
Otros elementos
que constituyen el
marco jurídico para
establecer
las
alianzas tecnológicas en Venezuela están
contemplados en el Plan de desarrollo
económico y social de la nación (20072013), y la ley orgánica de ciencia
tecnología e innovación.
En el primero, se da respuesta al proceso
de evaluación para promover acciones
con la participación protagónica del
Venezolano; en áreas como ciencia,
tecnología e innovación. A su vez,
involucra la investigación e incorporación
de tecnologías para el logro del desarrollo
nacional y también hace referencia al
impulso del desarrollo tecnológico interno
para desarrollar actividades productivas y
de servicios.
6. Marco Jurídico
En tal sentido, es importante también
mencionar el aspecto legal en el sector
salud, el cual se involucra en esta
propuesta. Para ello, se debe mencionar,
algunas transformaciones que ha sufrido
este sector, a partir de 1999, puesto que,
con la aprobación de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela
(2000), se inicia una nueva etapa en el
sector salud creándose las bases
jurídicas para la promoción de la salud,
como una prioridad en la comunidad
organizada donde los aspectos políticos
normativos se dieron bajo el enfoque de
calidad de vida.
Otro aspecto que impacta el
establecimiento de
las alianzas
tecnológicas para el sector salud, es
el marco jurídico legal referido en la
ley orgánica de seguridad social,
publicada en gaceta oficial nº 37.600
de fecha 30 de diciembre del 2002.
Su articulo Nº 18, expone : La
promoción de la salud de toda la
población de forma universal y
equitativa, que incluye la protección y
la educación para la salud y la
calidad de vida, la prevención de
enfermedades y accidentes, la
restitución
de
la
salud
y
la
rehabilitación; oportuna, adecuada y
de calidad.
A su vez, estas leyes contemplan otros
factores como los representados por
los avances en la tecnología (uso de
la robótica y la cibernética en el
diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades), lo cual la hace más
costosa y requiere modificación de las
características del medio ambiente.
7. Alianzas Tecnológicas para
una salud física integral
Es oportuno cerrar estos planteamientos
señalando que el marco jurídico
planteado, sirve de regente para darle
cumplimiento a la planeación, selección y
dirección de las alianzas tecnológicas
requeridas, que no solo permitirán la
innovación para estos centros de
prevención de enfermedades de riesgo
cardiovascular y rehabilitación física; sino
definirán un modo de acción cónsono
con la realidad Venezolana, donde el uso
de tecnologías constituidas, innovadoras
y científicamente
aceptables, logran
poner al alcance de todos los individuos
una plena participación; en la cual los
entes de salud e institutos tecnológicos
de Venezuela y otros países
tienen
todas las posibilidades de aportar, en
todas y cada una de las etapas de esta
propuesta
un
espíritu
de
autorresponsabilidad, autodeterminación
para alcanzar el éxito en este sector.