2. AREA DE INFORMATICA
29 DE OCTUBRE 2012
LISTA DE FIGURAS
FIGURA 1: Calles de Pasto
FIGURA 2: hombres de la ciudad de pasto
FIGURA 3: Ciudad de pasto
3. 1. Breves antecedentes de la ciudad de Pasto
1.1.Buena parte del diseño espacial que tiene en la actualidad la ciudad de
Pasto se debe a la enorme influencia arquitectónica colonial y republicana
presente en iglesias, edificaciones estatales, casonas privadas y grandes
casas con destacados balcones y portones tallados en maderas con motivos
y símbolos en forma de flores, penachos de plumas, cabezas de leones y
aves. En cada esquina del centro de la ciudad aparece una inscripción tallada
en piedra con el nombre de la calle –los nombres hacen alusión a un
personaje o un lugar de una ciudad del pasado convirtiéndose en rastros de
esa historia local que cada vez cae en el olvido de sus pobladores.
El centro de Pasto mantiene las características de la ciudad colonial – sus
calles son angostas al igual que los andenes, los techos de las casonas
sobresalen hasta dos metros para resguardar de la lluvia al transeúnte, los
muros de sus viejas edificaciones son gruesos, sólidos y con pequeños
ventanales con marcos de madera y vidrio. Sin embargo, en los últimos años
las construcciones modernas contrastan con las antiguas produciendo un
mestizaje arquitectónico donde los grandes ventanales, los techos en
concreto, y la rigidez y colorido de los edificios modernos van desplazando
los vestigios de épocas pasadas sin lograrlo plenamente. Más de 15 iglesias
de la ciudad se erigen como monumentos del pasado conviviendo las nuevas
construcciones como si en ellas la fe religiosa se resistiera a desaparecer
gracias a los fieles devotos que a ellas concurren cada mañana, cada fin de
semana.
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4. La plaza de Nariño es el lugar central que convoca a los habitantes de la
ciudad de Pasto, lugar de las citas por excelencia, y expresión viva del flujo
y los encuentros casuales espacio del cuento, el comentario, la burla, el
negocio, los pactos y la protesta. La plaza de Nariño es el lugar privilegiado
para que espontáneamente se active la memoria colectiva de la ciudad y sus
pobladores, en ella los adultos mayores se reencuentran con sus sueños
juveniles, los extraños se remiten a ella cada que se pierden, es donde con
mayor fuerza se explota lo público de un espacio, por donde circula la
información de todo y de todos. El trazado de la ciudad de Pasto
corresponde con el diseño en damero que según Ángel Rama era parte de la
razón ordenadora, el arquitecto Julián Bastidas Urresty en su libro Historia
Urbana de Pasto describe la implantación de este diseño así:
“Para el trazado urbano los españoles implantaron el sistema ortogonal,
también llamado damero o cuadricular: la calles son perpendiculares unas a
otras dividiendo el terreno en manzanas (cuadras). La manzana central se
deja como espacio libre reservado para la plaza Mayor alrededor de la cual
se instalan las edificaciones más representativas de los poderes laicos,
eclesiásticos y las castas de los personajes notables.”
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5. 2. La ciudad moderna con sus modernos problemas.
2.1. Finalizando la última década del siglo XX, los departamentos y
municipios de Colombia se vieron avocados a implementar una nueva
normatividad que les exigía “ordenar” el territorio bajo parámetros
técnicos con los cuales era necesario distribuir los espacios –urbanos y
rurales– y funciones, y así evitar el crecimiento indiscriminado de servicios
y establecimientos de todo tipo. Esta normatividad hacia mayor énfasis en
la protección del medio ambiente y los recursos naturales. En las ciudades,
este tipo de medidas implicaba un complejo trabajo de análisis diagnóstico
sobre el estado organizativo de las mismas. Esta iniciativa –realizada por
arquitectos, economistas, geógrafos y planificadores– estuvo marcada por
una visión tecnocrática del espacio urbano en detrimento de procesos
participativos, históricos y culturales que posibilitarían transformaciones
sociales de la ciudad de mayor apropiación por parte de los ciudadanos. El
documento que consolidaba este proceso se denominó Planes de
Ordenamiento Territorial – POT –para los municipios de más de 200.000
habitantes, y Esquemas de Ordenamiento Territorial –EOT para municipios
pequeños con una población inferior a los 200.000 habitantes. Estos
documentos servían para proyectar “ordenadamente” el crecimiento urbano,
reubicar espacios públicos y privados, definir zonas con sus funciones y
priorizar inversiones de ampliación y crecimiento de centros urbanos.
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6. Los precarios diagnósticos de los POT y EOT poco sirvieron a las
administraciones locales que los asumieron como un requisito técnico-
administrativo ante Planeación Nacional, más que como una herramienta de
planificación territorial. En estas condiciones muchos Planes de
Ordenamiento Territorial eran contratados consultores externos que poco
conocían de la realidad municipal, y como consecuencia adaptaban
propuestas e ideas consignadas en otros Planes ya elaborados para otros
municipios
3. El espacio público y los vendedores ambulantes.
3.1. Siguiendo en esta línea de la ciudad ordenada, segura y estéticamente
limpia, una mirada a uno de sus miedos contemporáneos para la ciudad de
Pasto ha sido la presencia vendedores estacionarios y ambulantes cuya
presencia en el centro de la ciudad provoca una reacción de rechazo por
parte del gobierno local, cuya preocupación por recuperar el espacio público
físico, no logra resignificar acciones colectivas de encuentro, disfrute o
apropiación ciudadana. Entender este proceso de ocupación y reubicación de
los vendedores ambulantes requiere una mirada que como un nuevo miedo
contemporáneo implica, necesariamente, historizarlos, darles densidad
temporal para entender sus mutaciones, las proteícas formas en que se
hacen presentes. Esta es, en gran medida, una de las pretensiones del
presente texto.
En los últimos años muchas ciudades de Colombia han visto proliferar el uso
intensivo de los espacios públicos –especialmente los sectores céntricos–
por parte de todo tipo de vendedores ambulantes y estacionarios que se
arrojan a las calles para buscar el sustento propio y de sus familias, y así
sobrevivir a los embates de la pobreza, la miseria y la falta de
oportunidades.
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7. Esta situación fue permisiva por los gobiernos locales hasta los dos
primeros años del siglo XXI, pues hasta esos momentos el número de
vendedores en la calle no era significativo, pero a raíz del incremento del
desempleo en el país y la agudización del conflicto armado en las zonas
rurales –lo cual ocasionó un fenómeno en masa de desplazamiento forzado
hacia las ciudades capitales de departamento– la población en las ciudades
creció intempestivamente y con ella las necesidades básicas y problemas de
familias recién llegada.
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