Conciliar la maternidad con otras facetas de la vida como la pareja, el trabajo y la familia es un reto. Es importante gestionar este cambio para evitar dos extremos: la entrega total a la maternidad que puede llevar al aislamiento, o el estrés por intentar hacerlo todo y satisfacer expectativas poco realistas. Para un equilibrio, es útil anticiparse mediante una reflexión sobre uno mismo, prioridades y creencias sobre la maternidad, para trazar un plan acorde a la propia realidad y disfrutar de la nueva vida como madre.