Un ecosistema urbano está conformado por factores como la iluminación, el clima, la geomorfología territorial y el equilibrio ambiental. Las ciudades alteran sustancialmente las condiciones naturales del entorno y son sistemas abiertos que necesitan degradar materiales y energía para su mantenimiento. La sostenibilidad requiere que el hombre aprenda a aprovechar la energía solar y recursos renovables para cerrar ciclos de materiales y convertir los residuos en recursos nuevamente.