El realismo surgió en la literatura en 1825 para referirse a la imitación de la naturaleza por los románticos y los detalles descriptivos de sus novelistas. Más tarde, se aplicó a pintores como Courbet que mostraban escenas cotidianas en lugar de temas románticos grandilocuentes. Las características fundamentales del realismo incluyen mostrar una reproducción fiel de la realidad, oponerse a lo sentimental y trascendental del romanticismo, y oponerse a la literatura fantástica. Finalmente, al agotarse