Una persona que ha dado positivo en la prueba de COVID-19 debe aislarse durante 7 días desde el inicio de los síntomas o desde el diagnóstico si es asintomático, evitando el contacto con otras personas y usando mascarilla si no es posible. También debe avisar a sus contactos estrechos para que extremen las precauciones durante 10 días. Tanto los casos positivos como sus contactos deben seguir estas medidas para prevenir la propagación del virus y están sujetos a sanciones en caso de incumplimiento.