Los niños parecen verse afectados de manera menos grave por la COVID-19 que los adultos debido a que su sistema inmunitario puede estar más preparado para combatir coronavirus similares o puede interactuar de manera diferente con el virus. Los bebés menores de un año corren un mayor riesgo de enfermedad grave que los niños mayores, posiblemente debido a que su sistema inmunitario es menos maduro. Actualmente no hay vacunas aprobadas para niños menores de 16 años, aunque se están realizando ensayos clínicos en niños de 12