La reconversión industrial implica modificaciones en la eficiencia, tamaño, productos, mercados y tecnología de las empresas para que sean más competitivas a nivel internacional. Esto a menudo requiere cambios físicos y de reconversión de antiguas fábricas en nuevos usos como museos, bibliotecas u oficinas para adaptar el patrimonio industrial al presente de una manera sustentable. En México, la reconversión busca desarrollar la industria y elevar su competitividad internacional.