La reforma fiscal tiene como objetivos impulsar el empleo y el crecimiento mediante la reducción de impuestos para las rentas medias y bajas. Se propone reducir el IRPF para todos los contribuyentes con una rebaja media del 12,5%, especialmente para rentas inferiores a 24.000 euros con una rebaja del 23,5%. También se reducirán los tipos del impuesto de sociedades del 30% al 25% en dos años, e incluirá nuevas medidas para luchar contra el fraude fiscal.