El documento discute cómo el sistema histórico propuesto por Wallerstein asumía una visión simplificada de la realidad que no capturaba la complejidad de las sociedades y los hechos históricos. También examina cómo la racionalidad de la ciencia moderna se basó en las verdades de Europa, dando lugar a una cultura global eurocéntrica. Plantea que es posible una historia narrada desde una perspectiva más compleja que incorpore diversas verdades culturales.
Sistemas históricos y complejidad social en Wallerstein
1. Universidad Pedagógica Nacional.
Facultad de Humanidades.
Maestría en Estudios Sociales.
Seminario Epistemología de las Ciencias Sociales.
Autora: Angélica María Quiñones Q.
Fecha: 12 de Noviembre de 2013.
Relatoría N° 8.
Síntesis temática
Dentro de la estructuración de lo que Wallerstein considero el sistema-mundo también se
configuro el sistema-histórico, en un sentido lineal los hechos de la realidad se narraban de
manera sistemática siguiendo un orden nomotético, es decir en un sentido causal de forma
determinada, la referencias de lo histórico se daban por la realidades científicas y no por los
hechos que la sociedad demandaba, lo que significa entonces una crisis de las ciencias, que
conlleva a repensar el lugar de los sistemas históricos planteados de manera simplificada.
Estos dependían del grado de plausibilidad que podía tener un hecho y ponía al historiador
en un lugar neutral considerando la menor cantidad de variables posibles.
El sistema-histórico estaba configurado entonces desde las creencias de una realidad simple
que podía deducirse a partir de generalizaciones, los historiadores sostenían que la realidad
de la voluntad humana impedía hacer generalizaciones, es decir predecir(o incluso explicar
a posteriori) el comportamiento humano. (Wallerstein 2004). El problema entonces radica
en que los sistemas- históricos plagados del cientificismo operante en el siglo XIX no eran
en realidad sistemas que comprendieran la complejidad de las realidades sociales y de los
hechos lo que significaría que la ciencias sociales estaban estancadas en el determinismo pero
también en sus propios presupuestos mediantes los cuales la concepciones de lo humano
operaban a partir de la razón.
Pero esto suponía también otro problema y es como la racionalidad de la ciencia moderna se
constituye a partir de las verdades y realidades de Europa lo que configura una cultura global
eurocentrada, entonces resultarían otras miradas y visiones que de una manera buscaban
poner en debate las metanarrativas de las fuentes primarias, de los estudios históricos basados
en dos puntos lo cualitativo y lo cuantitativo.
Problematización.
En este sentido la ideología de la ciencias sociales, es cuestionada por saberes considerados
en alguna medida subalternos y que contribuyen al debate de las ciencias en varios sentidos,
llevan a consolidar preguntas alrededor de la legitimidad de la historia que nos recuerda
también esas políticas hegemónicas de la memoria sobre el que y como recordamos acabando
según Wallerstein con los binomios y dilemas de los universalismos.
2. Aparecen entonces otras maneras de narración como las ciencias ficción y que pone en juego
la verdad de los relatos que suscitan realidades imaginables y que funcionan dentro del plano
de la complejidad entonces es posible la racionalidad sin caer en el sentido determinista de
este, es posible la historia narradas en un sentido más completo desde la cultura misma de
acuerdo con las diversas verdades posibles en el mundo.
Lo que lleva a pensar si la complejidad logra romper con los aspectos ideológicos de las
ciencias sociales y más de los sistemas históricos sin caer en una postura propiamente
ideológica.
Contextualización Bibliográfica.
Según Wallertein las teorías poscolonialistas han avanzado en la deconstrucción de los
universalismos afirmando la construcción de “contranarrativas”, pensadas para destruir el
eurocentrismo, pero que estas posturas solo consolidan un debate en el sentido en que nos
todos los universalismos son reales que si bien están planteados dentro de normas
estructuradas no pueden descartarse de forma automática tiene que existir una reflexión.
La aceptación de la idea de que las ciencias (sociales) no pueden ser
reduccionistas o esencialistas y deben tender a elaborar interpretaciones
plausibles de una realidad compleja es el comienzo de la creación de una
ciencia social que aborda al mismo tiempo, y como aspectos inextricables,
las cuestiones intelectuales, morales y políticas. (Wallerstein; 2004).
Nos encontramos hoy ante un reto epistemológico bastante enorme ante la posibilidad de
establecer diferentes construcciones mediante el estudio de las relaciones de la locura de los
incierto de los no esencialismo de la búsqueda del conocimiento propio de esas relaciones
que en ninguna medida caen en los universalismo y en el relativismo.