Entre 1823 y 1830, Chile experimentó inestabilidad política e intentos fallidos de establecer un orden constitucional estable, lo que llevó al país al borde del caos. Los factores que contribuyeron a la anarquía incluyeron el bandidaje, la falta de recursos fiscales y policía, el ensayo turbulento del federalismo, y las luchas políticas entre las facciones de la aristocracia. Durante este período, se redactaron tres constituciones que oscilaron entre posturas conservadoras y liberales en torno a cuestiones como la