La contabilidad surgió con el desarrollo del mercado y el intercambio de mercancías. Se utilizaba en las sociedades antiguas como Grecia y Roma, y en las cortes árabes para registrar las operaciones realizadas. En la antigua Roma, aunque había escasez de documentos, la contabilidad gozaba de importancia legal. En la Edad Media, los sistemas contables se desarrollaron de nuevo con el comercio, especialmente por las órdenes templarias y caballeros teutónicos. El Renacimiento