La obra describe las costumbres de un pueblo español en la década de 1930, incluyendo matrimonios concertados, roles de género rígidos, y un fuerte énfasis en las apariencias y la reputación. Las mujeres estaban sujetas a los hombres y se esperaba que fueran sumisas. La familia de Bernarda Alba también se adhiere estrictamente a las tradiciones como el luto prolongado y la reclusión después de una muerte.