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La discriminación en sus diversas formas y manifestaciones es uno de los
fenómenos más arraigados, cotidianizados y naturalizados en las sociedades
contemporáneas; génesis de la violencia, la exclusión, y sin embargo, con
frecuencia obviada, desestimada e inclusive negada. Entre estas múltiples y
diversas formas de discriminación una de las que encuentra más adeptos y
ejecutores es la discriminación contra la población LGBTI, fundamentada en la
identidad de género y las preferencias sexo-afectivas de las personas.
El colectivo LGTBIQ+ está sufriendo de manera generalizada y numerosos
abusos tanto en el ámbito familiar como en espacio públicos.
Los procesos de discriminación contra esta población ocasionan que las
relaciones sociales se establezcan dentro de parámetros de desigualdad.
En los últimos años, según el observatorio contra la homofobia, las agresiones
físicas se han reducido notablemente, pero, aun así, no es suficiente.
Preocupa la persistencia de las discriminaciones y la diversificación de las
formas que toma.
Desde el 2004 cada 17 de mayo se celebra el "Día internacional contra la
homofobia, transfobia y bifobia" alrededor del mundo. La fecha fue elegida para
recordar que ese día en 1990 la Organización Mundial de la Salud desclasificó a
la homosexualidad como un desorden mental.
Aunque el día se usa para hablar sobre el problema de discriminación que aún
enfrentamos como comunidad LGBT, la lucha contra la homofobia no es cosa de
una vez al año, sino permanente. Y la lucha contras estas fobias no es
responsabilidad exclusiva de la comunidad LGBT, sino de todos.
La discriminación es cuando los humanos relacionan
socialmente a las diferentes personas según su
criterio o según su manera de pensar. La
discriminación no respeta la igualdad de los seres
humanos sino al contrario. Esta hace referencia a la
desigualdad, las personas las cuales discriminan, se
sienten superior a un determinado grupo social o
diferentes grupos sociales y discrimina sin pensar en
los sentimientos de las demás personas.
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Una de las posibles causas a la discriminación hacia este colectivo están
vinculadas a la presión social, las diferentes normas morales y las diferentes
corrientes religiosas, que ejercen un fuerte poder ante la sociedad, negándole
así la posibilidad de incursionar y/o desempeñar su rol como ente social.
Otra de las posibles causas para que se produzca este tipo de discriminación, a
este colectivo que cada vez es más numeroso, es la falta de moral y la poca
madurez de la sociedad. Esto se debe a que, si la sociedad fuera más madura,
tuviera mejores valores y mejoraran su respeto verían a estas personas como
seres humanos que realmente es lo que son.
Ámbito laboral
Varias asociaciones denuncian que
los casos de discriminación por
razón de la orientación sexual han
aumentado en los últimos meses.
Por eso, la Asociación Nacional para
la Defensa del Trabajador ha puesto
en marcha una sección concreta
para el colectivo LGTB y ha
elaborado una guía de actuación.
Los casos de discriminación y acoso
laboral por razón de la orientación
sexual de los trabajadores han
aumentado en los últimos meses o,
al menos, lo han hecho los que se
denuncian. Así lo han denunciado
varias asociaciones en favor de los
derechos de Lesbianas, Gays,
Bisexuales y Transexuales (LGTB).
El presidente de la Asociación
Nacional para la Defensa del
Trabajador (ANDET), Antonio
Valenciano, ha asegurado que el
número de casos atendidos por su
organización "ha crecido entre un
60% y un 70%" en el último año. Una
situación que ha obligado a la
organización a poner en marcha una
sección concreta para este colectivo.
Y ello, a pesar de que esta lacra
"parecía superada".
El motivo de que el acoso laboral a
homosexuales y transexuales haya
aumentado en los últimos tiempos se
debe, según el presidente de
ANDET, a que se está desandando
el camino avanzado. "En la anterior
legislatura se promovía la igualdad
desde el Gobierno con una serie de
leyes que ya no se impulsan", dice.
Por eso, está convencido de que "lo
que dejamos de avanzar día a día se
nos vuelve en contra".
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Ámbito escolar
Los niños, niñas y adolescentes
gays, lesbianas, bisexuales y
transgéneros estudiantes de los
distintos niveles educativos, al no
responder a las expectativas de
género dictadas por una
organización social patriarcal y
heteronormativa, se enfrentan al
rechazo y la incomprensión, la
exclusión en los espacios, la sanción
moral manifiesta en
cuestionamientos, burlas, pero
además de ello -como hace
referencia este informe-, también
pueden ser víctimas de otros tipos de
violencia que
trascienden los actos de
bullying, tales como la
violencia sexual
(violaciones) u otros
actos de violencia
graves perpetrados no
sólo por otros estudiantes sino
también por personal de las
instituciones y del modelo
organizacional (las normas sobre el
uso de uniformes, los mensajes
sobre la diversidad sexual en los
materiales de enseñanza,
condescendencia con el uso de un
lenguaje ofensivo, y otros).
Esta forma de discriminación
además de las expresiones físicas
de violencia, se ejerce mediante la
manipulación psicológica y la
humillación, acciones que
menoscaban la auto imagen y la
autoestima en las personas
agredidas, generando en ellas
sentimientos de depresión y soledad
que, en muchas ocasiones, las lleva
a desistir de su deseo de estudiar,
desechar sus proyectos de vida e
incluso, a quitarse la vida.
la violencia y el bullying homo-bi-
trans-fóbico en las instituciones
educativas tienen un impacto de
carácter físico y
psicológico, limitando
las posibilidades de
desarrollo integral de
niñas, niños y
adolescentes. Ante
ello, los Estados
deberán diseñar
políticas públicas de sensibilización y
prevención de la discriminación en
materia LGBTI; así como, acciones
específicas tendentes a garantizar
derechos fundamentales vulnerados
como lo es el derecho al libre
desenvolvimiento de la
personalidad, el derecho a la no
discriminación y el derecho a la
educación.
Recuerda
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Ámbito de las redes sociales
Este tipo de discriminación se
produce por un simple clic con
cualquier aparato electrónico.
Las redes sociales son un espacio
más para la homofobia en el
segundo país del mundo con más
homicidios contra miembros de la
comunidad Lesbianas, Gais,
Bisexuales y Transexuales (LGBT).
La organización Asistencia Legal por
los Derechos Humanos (ASILEGAL)
documentó que de enero de 2014 a
diciembre de 2016 fueron
asesinadas 202 personas por su
orientación sexual.
En los últimos años, algunos
gobiernos y asociaciones han
impulsado medidas y leyes a favor
de los derechos de la comunidad
LGBTTTI (junto con los Travestis,
Transexuales e Intersexuales) pero
estas reformas no han llegado a la
sociedad. Seis de cada diez
mexicanos han afirmado estar en
contra del matrimonio igualitario y
siete de cada diez se posiciones en
contra de la adopción para parejas
del mismo sexo, según una encuesta
de Parametría.
Hasta la fecha, no se han publicado
datos específicos sobre la homofobia
en redes sociales en el país, pero las
respuestas de algunos usuarios ante
la muerte de César Ulises muestran
que no son excepciones.
Las personas LGBT normalizamos la
violencia y le damos un mayor valor
simbólico. Por ejemplo, en redes
verás muchos comentarios, cada
post tenemos que estar eliminando
contenido negativo. Es algo tan
común que lo normalizas. Ya no le
prestas tanta atención", señaló Iván
Tagle, director general de la Yaaj,
asociación civil dedicada a proteger
los derechos de las personas
LGBTTTI.
Yaaj ofrece apoyo a los miembros de
la comunidad que puedan ser
víctimas de violencia, discriminación
o cualquier tipo de malos tratos. En
este contexto, también atienden a las
personas que han sufrido acoso o
han recibido insultos en redes
sociales. A pesar de que la mayoría
de comentarios provienen de gente
conservadora o en contra de los
derechos de los hombres y mujeres
con diferentes orientaciones
sexuales, Tagle también identificar
un número simbólico de casos de
"endodiscriminación".
También, se puede observar esta
discriminación a través de las redes
sociales durante el día del orgullo
durante las marchas programadas.
DI NO A LA
DISCRIMINACION
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Todos podemos contribuir con pequeñas acciones a erradicar la homofobia en
la sociedad. Y más importante aún, crear espacios seguros para las personas
LGBT a nuestro alrededor.
¿Qué podemos hacer todos?
1. Dejar de usar palabras como "maricón", "machorra", "joto", "vestida", "loca",
que no solo son ofensivas, sino que perpetúan estereotipos. No todos los
hombres con expresiones consideradas femeninas son gays, ni todas las
mujeres con expresiones consideradas masculinas son "lesbianas".
2. Y en particular dejemos de lado el tan amado "puto" en los estadios.
(Pueden leer a Guido Lara y Alejandra Isibasi en Animal Político o a Óscar
David López en Vice para terminar de entender por qué es indefendible el
grito).
3. Educarse, ya sea de manera autodidacta o acercándose a la comunidad
LGBT.
4. Levantando la voz cuando veas que se comete una injusticia; cuando veas
que alguien es discriminado en tu escuela, trabajo o la calle; cuando en
discusiones públicas o privadas alguien intente imponerse sobre los
derechos de los demás; cuando programas de gobierno buscan no respetar
los derechos humanos.
¿Qué puedes hacer como heterosexual?
1. Lo que el día recuerda: que las personas con preferencias sexuales
distintas a la heterosexual no estamos enfermas, ni necesitamos ayuda.
2. Recordar que tus amigos y amigas homosexuales y bisexuales no te van
a tirar la onda por ser del género de su orientación.
3. Dejar de tratar el tema LGBT como tabú entre los niños y enseñarles que
sea cual sea su orientación sexual o identidad de género todas las
personas deben ser respetadas.
4. Entender que tolerar no es soportar, sino convivir en equidad. No es
tolerancia decir "no me importa lo que hagan tras la puerta, pero que no
lo hagan en público". Las muestras públicas de afecto no deben
incomodarte y tu actitud hacia estas no deben ser diferentes a las de ver
a una pareja heterosexual.
¿Qué puedes hacer como miembro de la comunidad LGBT?
1. Hablar con familiares y amigos, hacerles saber que estás abierto para
ayudarles a entender más de este mundo. Salir del clóset no es una
experiencia solitaria, sino que involucra a tu círculo más cercano.
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2. No discriminar a otros miembros de la comunidad basándonos en un "ideal
de belleza". Sí, dejar de decir "no gordos", "no afeminados", "no viejos", "no
trans".
3. Participar activamente en la lucha. Si tu situación ha sido favorable y no te
enfrentas continuamente a la discriminación, recuerda que hay gente que
la vive todos los días por la cual todavía tenemos que actuar.
La mayoría del congreso ha apoyado la tramitación de la ley de igualdad LGTBI,
redactada por asociaciones en defensa de este colectivo e impulsada por
Unimos Podemos, con la que se busca terminar la discriminación de las
personas LGTBI en diferentes ámbitos, como la vida política, económica, cultural
y social.
Uno de los principales cambios que busca la ley es eliminar la patologización de
las personas transexuales. Hasta ahora, este colectivo tiene que demostrar ante
un psicólogo que sufre disforia de género para acceder a los tratamientos de
reasignación de sexo y, con la futura ley, se prohíben estos exámenes médicos
por coartar la libertad de autodeterminación de género.
La ley garantiza el acceso a las técnicas de reproducción asistida en los
hospitales públicos de cualquier persona con capacidad de gestar,
independientemente de su orientación sexual. El texto plantea la creación de una
Comisión Interministerial de Políticas LGTBI para coordinar las administraciones
públicas y unificar la atención en todas las comunidades autónomas.
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El Worldpride, recién celebrado en Madrid, ha sido una celebración de los
derechos conseguidos por la comunidad LGBTI, pero aún son absolutamente
necesarias medidas de las administraciones españolas y europeas para acabar
con la discriminación de este colectivo. Algunas datos y cifras:
o El 94% de los españoles consideran que la homosexualidad es moralmente
aceptable o que no es un problema moral, según un reporte del Pew
Research Center de 2013. Si se pone el foco en el respeto a los derechos
humanos, la legislación y la plena igualdad de derechos, España queda
novena en el ranking mundial con un 66,75%, detrás del Reino Unido,
Francia, o Finlandia.
o En 2015, una encuesta de la Comisión Europea recogía que el 47% de los
encuestados admitían tener amigos o conocidos gay, lesbianas o bisexuales.
Una cifra, seis puntos más alta que la de 2012. El 9% de los encuestados
reconocía tener amigos o conocidos transgéneros o transexuales (dos
puntos más que en 2012).
o Un informe de la Agencia para los Derechos Fundamentales (Fundamental
Rights Agency, FRA), de 2013, demostró que los jóvenes entre 18 y 24 años
experimentaban una mayor discriminación o acoso con respecto a su
orientación sexual (con un promedio europeo de 57%) que los adultos de
entre 25 y 39 años (45%).
El 29% de los encuestados señalaron haber experimentado a menudo
comentarios o comportamientos negativos en la escuela por pertenecer al
colectivo LGBT. El 10% declararon sufrir este tipo de comentarios de forma
permanente. En 2012, el 47% de los que tenían entre 18 y 24 años confesaron
haber escondido su orientación o identidad sexual, frente al 13% que aseguró
que nunca tuvo que ocultarlos. Entre los que tenían entre 25 y 39 años, esta
afirmación alcanzó el 34%.
Un 22% de los encuestados señalaron haberse sentido discriminados por el
personal escolar o universitario en los últimos 12 meses.
El 32% de los encuestados afirmaron haber sido atacados o amenazados física
o sexualmente en los últimos cinco años. Y más de la mitad de ellos consideraron
que se basaba en su orientación sexual.
El 30% de los encuestados dijo que el incidente de acoso más grave lo habían
sufrido en la escuela o en la universidad. Dos tercios declararon que se debía a
su orientación sexual. Esto dato coincide con una investigación realizada en
Reino Unido que mostraba que el 40% de todos los ataques violentos contra
lesbianas y gays menores de 18 años se produjo en las escuelas.
Más de uno de cada tres encuestados trans se sintieron discriminados por el
hecho de ser trans al buscar empleo (37%), y un cuarto de ellos (27%) indica
que ha sufrido discriminación en el trabajo
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En definitiva, la discriminación hacia los colectivos LGTBI debe acabar porque
en pleno siglo XXI no podemos permitir que estas personas estén sufriendo cada
día durante todo el año porque no se las considere personas como las demás.
Para acabar con esta discriminación todas las personas deben colaborar porque
si todas están de acuerdo en algo al final lo que antes era considerado como
algo extraño o antinatural ahora y en un futuro será considerado como algo
normal y se dejará de hablar de ello.
Acabar con esta discriminación si es posible y debe realizarse lo antes posible
para que las personas que pertenecen a este colectivo puedan llevar una vida
normal y no tengan que estar preocupadas porque las discriminen o pasen miedo
al ir por la calle pensando que alguien que esté en contra de ella las pueda
agredir tanto físicamente como psicológicamente y sexualmente.