La Revolución de Febrero de 1917 en Rusia derrocó al zar Nicolás II debido a las derrotas militares y la mala gestión de la guerra, la escasez de alimentos, y el descontento social y político. El zar abdicó el 2 de marzo y el gobierno provisional asumió el poder, compartido con el Soviet de Petrogrado, estableciendo un doble poder en Rusia.