La Revolución Industrial tuvo lugar entre mediados del siglo XVIII y principios del XIX, transformando la producción a través de la utilización de máquinas impulsadas por la máquina de vapor de James Watt. Esto llevó a la migración del campo a la ciudad en busca de trabajo, aunque los obreros sufrían largas jornadas y malas condiciones. La Revolución Industrial también mejoró el transporte y tuvo consecuencias que aún se sienten hoy en día.