3. En el porfiriato la estrategia de desarrollo económico se
basaba, principalmente en el dominio de la naturaleza.
Es decir, la materia prima que se requería era extraída.
El modus operandi de la producción capitalista causó
deterioro en las selvas y bosques de nuestro país. No se
seguía de cerca la reglamentación oficial forestal en
1881, la cual recomendaba que por cada árbol derribado
se plantaran 10 semillas o plántulas de arboles.
4. Además se creó la Ley de la Colonización. Esta impulsaba
y abría las puertas a las grandes empresas forestales.
Aunado a ello, empezó la explotación de lo que se
denomino el “oro verde”, es decir, el henequén. Este
cultivo alcanzó tal magnitud que rebaso las expectativas
como producto de exportación. Para ello fueron
desmontadas selvas bajas caducifolias, sobre todo el
estado de Yucatán.
5.
6. Esta superficie significó un aumento anual de 29%: en
1877 se produjeron 11 383 toneladas de fibra, en 1855
fueron 40 000 toneladas, y finalmente, en 1910 fueron
128 849.
7. La sustitución de extensas superficies de selva por
monocultivos - como el henequén – causaron una gran
perdida en la cobertura vegetal, modificaciones
climáticas regionales, cambios en la flora y la fauna
edáficas, drástica perturbación en el ciclo de nutrientes
(con la consecuente perdida de fertilidad) y el reemplazo
del banco de semillas de la selva y los acahuales por
uno constituido por semillas de plantas ruderales y
arvenses, en particular aquellas favorecidas por el fuego,
mismo que era empleado para combatir las malezas.
8. Por otro lado, mientras que en 1810 casi 100% de los
indígenas vivían en comunidades, el porcentaje se
redujo a 50% en 1910, y en algunas áreas 80% de los
indígenas en latifundios.
9. Hacia 1910 la agricultura ocupaba el 1º lugar en la
economía en cuanto a la contribución al producto interno
bruto, sitio que antes le correspondía a la minería. En
ese año, 64% de la población trabajaba en el sector
agrícola, proporción que en 1895 era de 58%. Estos
porcentajes reflejan, en parte, la creciente ruralización
del país, fenómeno que antecedería a la
industrialización.
10. Sin embargo, el 85% de la tierra agrícola estaba en
manos de solo 15% de la población rural
– principalmente la elite española y criolla -, lo cual
dejaba a 3 millones de personas (85%) sin derecho a
tierras.