Los planes quinquenales de la Unión Soviética consistían en proyectos de cinco años para desarrollar la economía a través de la industrialización. El primer plan se centró en la industria pesada y la colectivización forzosa de la tierra, el segundo en la autosuficiencia industrial y el tercero en la preparación para la guerra. Tras la Segunda Guerra Mundial, los planes se centraron en la reconstrucción de la devastada economía soviética y en alcanzar el liderazgo industrial mundial para 1960.