La Revolución Verde consistió en el aumento significativo de la productividad agrícola entre 1940 y 1970 a través del uso de variedades mejoradas de cultivos, monocultivos, fertilizantes y plaguicidas. El ingeniero Norman Borlaug lideró esfuerzos para desarrollar nuevas variedades de maíz, arroz y trigo altamente productivas que duplicaron o quintuplicaron los rendimientos. Esto aumentó en gran medida la producción alimentaria mundial y ayudó a combatir el hambre.