Rl socialización familiar de padres a hijos y de hijos a padres
1. Nombre del alumno: Cota Castro, Miguel Ángel.
Materia: familia y Proceso Educativo
Grado: 5to. Semestre LEE A y L
Reporte de lectura: La familia y la educación.
Autores: Gonzalo Musitu y MaríaJesús Cava.
Tema: Socialización familiar: de padres a hijos y de hijos a padres.
Resumen del contenido:
La socialización familiar es el proceso a través del cual el niño asimila
conocimientos, actitudes, valores, costumbres, sentimientos y demás patrones culturales.
Los padres son las personas conocedoras de estos elementos culturales, son los que
influyen en sus hijos, pero no son los únicos, todos los miembros de la familia contribuyen
a su desarrollo.
Los hijos pueden influir en los valores de los padres, de tal manera que se
replanteen todo su sistema de valores que impliquen formas de vida diferentes. El
proceso de socialización es un proceso de doble dirección-
Se han señalado tres objetivos fundamentales que la sociedad espera que la familia
sea capaz de lograr en la preparación de los individuos para que puedan integrarse en la
sociedad. Primero, que la familia enseñe a los hijos a controlar sus impulsos para poder
vivir en sociedad. Segundo, prepare a los hijos para desempeñar determinados roles
sociales, ocupacionales, de genero y roles en las instituciones. Tercero, lograr que
adquieran un significado global de que es lo importante, que se valora en sus sociedad y
cultura, y para que se tiene que vivir.
La familia contribuye a la creación del sistema de creencias de los hijos y a la
configuración de su identidad. Los valores son creencias personales sobre que aspectos
son valiosos, que metas son deseables y que conductas son las adecuadas para lograr esas
metas. Los padres tratan de inculcar en sus hijos un sistema de valores parecido al propio
o uno que consideran adecuado, no siempre lo consiguen.
Una serie de variables influyen en el éxito de los padres en la transmisión de
valores: 1) El grado de control de los padres en relación con los entandares culturales. 2)
El tipo de control. 3) El ámbito en el que se produce en intento de control. 4) La
2. adecuación de la disciplina al tipo de problema. 5) Las características de los padres a su
estilo de disciplina previo. 6) El interés generacional. 7) La motivación del hijo para
identificarse con sus padres.
La identidad implica tener un concepto de nosotros mismos. Los rasgos calificativos
y autodescriptivos, son valorados positivos o negativos por nosotros mismos y por quienes
nos rodean, dando lugar a una autoestima. El concepto que tenemos de nosotros mismos
es una consecuencia de nuestras experiencias sociales. Sin interacción con otras personas
no tendríamos elementos de comparación. Los familiares cercanos son personas
significativas que contribuyen a que la persona se forme una imagen de si mismo. Dos
aspectos del ámbito familiar influyen con la autoestima de los hijos: la importancia del
apego y del vinculo inicial con los padre, y los estilos de socialización cuya función es la de
transmitir afecto y apoyo a los hijos.
Diana Baumrind diferencio tres tipos o estilos parentales de socialización en
función del grado de control que los padres ejercen sobre sus hijos: estilo autoritario,
estilo permisivo y estilo autorizativo. Además del control los padres utilizan otro tipo de
socialización como es el apoyo y el afecto. En función de la combinación de estas dos
dimensiones se establecen las siguientes tipologías: padres con alto grado de control y con
altos niveles de de apoyo y aceptación, padres con alto grado de control y con bajo apoyo,
padres con bajo control pero alto nivel de apoyo, y por ultimo, padres con escaso control y
con poco apoyo.
Musitu y García han establecido una tipología de estilos de socialización basándose
en dos dimensiones: la implicación/aceptación y la coerción/imposición.
Cuatro tipos básicos de etilos de socialización:
- Estilo autorizativo: se caracteriza por una amplia aceptación/implicación y una alta
coerción/imposición. Utilizan bastante el dialogo.
- Estilo indulgente: los padres se caracterizan por su alta implicación y aceptación
del hijo, y por un bajo grado de coerción e imposición. Son muy comunicativos,
utilizan el dialogo y el razonamiento.
- Estilo autoritario: Dan pocas muestras de su aceptación. Mantienen altos niveles
de coerción e imposición. Muy exigentes y poco atentos y sensibles.
- Estilo negligente: escasa aceptación del hijo, poca implicación en su conducta y
bajo nivel de coerción e imposición de normas.
3. Para socializar y educar a los hijos los padres utilizan estrategias que creen
adecuadas, las que han utilizado sus padres o las que les funcionan en otras
relaciones. Según el estilo parental que utilizan crea ciertas características en los hijos.
Los hijos de padres autorizativos acatan normas, respetan, poseen autocontrol y
autoconfianza, son competentes, buen ajuste psicosocial. Los hijos de padres
indulgentes acatan normas, son respetuosos, hábiles socialmente, buen ajuste
psicosocial, autoconfianza, autoconcepto familiar y académico. Los de autoritarios
muestran resentimiento hacia los padres, menor autoestima familiar, se someten a las
normas, ansiedad y depresión. Los hijos de padres negligentes testarudos, discuten,
son impulsivos, mienten, caen en adicciones, bajo logro académico, problemas
emocionales.
Otro agente de socialización que influye en los valores de los niños, en el desarrollo
de sus habilidades sociales y en la formación de su autoconcepto, es la escuela, pues
muchos desde temprana edad se incorporan a ella. Los educadores utilizan estilos de
socialización de tipo autoritario, permisivo o autorizativo, valoran más la
competitividad o la cooperación en el aula y favorecen la interacción entre los
alumnos.
La familia y la escuela son contextos de relevancia para niños y adolescentes, y
además son contextos que se superponen. La comunicación entre ambos debe
potenciarse, esto mejoraría las relaciones entre padres, hijos y profesores.
Hay que tener presente las relaciones entre amigos y compañeros, en la escuela y
fuera de ella, puesto que es innegable la función socializadora que desempeñan estas
relaciones. Por los medios de comunicación los hijos asimilan una gran cantidad de
valores y formas de conducta. La principal polémica se centra en analizar el tipo de
valores que estos medios están transmitiendo a los niños, valores que se conceden a
cuestiones como el dinero, la juventud y la belleza.
El contenido de la lectura sobre la socialización familiar que se da de padres a hijos
y viceversa, y sobre todos aquellos agentes que influyen en la adquisición de valores,
hábitos, costumbres y creencias del niño, amplía el panorama y ayuda a comprender
de mejor manera a que se debe las diferente formas de actuar y relacionarse de los
niños. Como ya se mencionó la familia es el primer y principal agente de socialización
de la persona, lo que hace que los padres empiecen a inculcar los valores
indispensables para que el niño tenga relaciones sociales positivas, pero debe cuidar la
forma en que lo hace, pues depende de eso que aprenda a utilizar correctamente esos
valores y sobre todo que sepa desenvolverse adecuadamente en sus futuros
contextos. En la actualidad, es triste darse cuenta que muchos de los valores y hábitos
4. primordiales, ya no se practican, pues en la sociedad en que se vive en estos tiempos
la familia muy poco contribuye en ese desarrollo, pues por diferentes motivos
desatienden o pasan poco tiempo con sus hijos, ya que ambos padres necesitan
trabajar para tener el sustento diario.
Conclusión.
La socialización familiar es un proceso en donde el niño asimila conocimientos,
actitudes, valores, etc. Pero no solo los padres de familia influyen en este proceso los
demás miembros de la familia influyen directamente.
La escuela es un gran apoyo en reforzar los valores y hábitos en los niños, hasta en
muchas ocasiones es el lugar donde se les enseñan, pero si el alumno carece o no lo
practica en casa, presenta problemas en sus relaciones con maestros y alumnos.
Es muy importante que cada agente que influye en el niño afronte sus
responsabilidades (familia y escuela) para contribuir de manera adecuada en la
formación de buenos ciudadanos que tanto ocupa la sociedad en la que vivimos.