1. La familia y la educación
Socialización familiar: de padres a hijos y de hijas a padres
La socialización familiar se ha planteado como un proceso de una sola
dirección. Esta dirección, lógicamente, es la que va de los padres a los hijos. La
socialización familiar como el proceso a través del cual el niño asimila
conocimientos, actitudes, valores, costumbres, sentimientos y demás patrones
culturales.
Los padres inician su difícil labor de educar e inculcar valores y normas de
conducta en sus hijos con una serie de ideas preconcebidas, y más o menos
conscientes, acerca de cómo deben ser los niños (obedientes, independientes,
alegres, egoístas, confiados, desconfiados, rebeldes, traviesos…) y acerca de
cómo hay que educarlos (con cariño, firmeza, respeto, paciencia y con
intransigencia).
Un hijo puede llegar a ser un importante elemento motivado para que los
padres dejen, por ejemplo, hábitos de vida poco saludables como el consume
de alcohol y tabaco o en algunos casos más extremos l consume de sustancias
adictivas.
En definitiva, el proceso de socialización es, cuanto menos, un proceso de
debe dirección y por supuesto mucho mas dinámico y complejo de lo que se
ha sugerido habitualmente.
Lo que los hijos aprenden en la familia
Las personas aprendemos mucho de nuestros comportamientos, creencias y
hábitos en nuestra familia de origen. Aprendemos como es el mundo en el que
vivimos y como son las relaciones entre las personas, y comenzamos a
configurar un sistema de valores personal y una identidad propia.
Se han señalado tres objetivos fundamentales que la sociedad espera que la
familia sea capaz de lograr.
*en primer lugar, se espera qué la familia sea capaz de enseñar a los hijos a
controlar sus impulsos para poder vivir en sociedad con otros seres humanos.
2. *en Segundo lugar, la sociedad también espera que la familia sea capaz de
preparar a los hijos para desempeñar determinados roles sociales, incluyendo
roles ocupacionales, roles de género roles en la instituciones, tales como el
matrimonio y la paternidad.
*un tercer objetivo, que se espera de la socialización familiar es que, atreves de
la misma, las personas adquieran un significado global de que es lo importante,
que es lo que se valora en su sociedad y en su cultura, y para que se tiene que
vivir.
La familia, contribuye a que lo hijos aprendan a desarrollar un cierto
autocontrol para poder desenvolverse en la sociedad y para poder
relacionarse con otros individuos, contribuye a que aprendan las conductas
asociada a su género y a determinadas posiciones sociales. Cada familia,
trasmite a sus hijos unos valores concretos acerca de la vida y acerca de qué
tipo de comportamientos son los adecuados.
La trasmisión de valores
Los valores son creencias personales sobre que aspectos son valiosos, que
metas son deseables y que conductas son las adecuadas para lograr esas
metas. Los valores además de quitar nuestras conducta, están organizadas en
un sistema y en ocasiones algunos valores entran en conflicto con otros. Existen
importantes diferencias individuales en relación con los valores.
El desarrollo de la identidad
la identidad hace referencia a la consideración que tenemos de nosotros
mismos como seres únicos y diferentes, la identidad implica, tener un concepto
de nosotros mismos (auto concepto), de forma simultánea, todos estos rasgos
calificativos y auto descriptivos, son valorados como positivos o negativos por
nosotros mismo y por quienes nos rodean, dando lugar a una autoestima. La
relación entre la autoestima y bienestar psicosocial, es importancia de que la
familia tiene en el desarrollo del auto concepto y la autoestima.
Las distintas formas en que los padres educan y socializan
3. Es importante señalar que las formas concretas que los padres utilizan en las
creencias, valores y conductas de sus hijos tienen una gran variabilidad, de tal
manera que intentan reunirlas todas ellas en un repertorio extensos y exhaustiva
es prácticamente inviable y posiblemente, también infructuoso.
Los cuatro estilos básicos de socialización
1.-estilo autoritativo: este estilo de socialización se caracteriza por una alta
aceptación/implicación y una alta coerción/imposición, es decir los padres
que utilizan mayoritariamente este estilo suele mostrar a sus hijos su agrado
cuando se comportan adecuadamente, y les trasmiten los sentimientos de que
son aceptados y respetados.
2.-estilo indulgente: sé caracteriza por su alta implicación y aceptación del hijo
y por un bajo grado de coerción e imposición.
3.-estilo autoritario: básicamente dentro de este estilo se caracterizan por una
baja implicación con sus hijos y por las pocas muestras que les dan de su
aceptación como personas.
4.-estilo negligente: sé caracteriza por una escasa aceptación del hijo poca
implicación en su conducta y un bajo nivel de coerción e imposición de
normas.
El efecto en los hijos de los distintos estilos de socialización
Una gran parte del interés por los estilos de socialización se explica por el deseo
de conocer que formas de socializar y de educar a los hijos son más eficaces.