San Agustín (354-430) nació en el África romana de una madre cristiana y un padre pagano. Aunque vivió en la antigüedad, su pensamiento marcó el inicio de la Edad Media como puente entre las dos épocas. Tuvo una juventud disipada pero se convirtió al cristianismo, vendió sus bienes y se retiró a la vida monacal. Fue elegido obispo de Hipona donde predicó e incansablemente y escribió obras importantes como "Confesiones" y "Ciudad de Dios"