La constitución de 1917 estableció los derechos individuales y de la sociedad en México y las atribuciones del estado mexicano. Para implementar los principios de la revolución mexicana, se necesitaban instituciones que superaran el caudillismo, el militarismo y el caciquismo político. José Vasconcelos inició la tarea de someter el poder de la iglesia a la constitución y preparar maestros rurales para llevar a cabo el proyecto político de la revolución a través de las misiones culturales.