El documento analiza cómo los anuncios perpetúan roles de género tradicionales que limitan a la mujer, presentando su belleza y cuerpo como sinónimo de éxito y centrando su valor en la apariencia física y el cuidado del hogar en lugar de la autonomía y realización profesional. Asimismo, muestra a las mujeres en posiciones de dependencia e inferioridad respecto a los hombres y niega sus propios deseos, reduciendo su identidad a satisfacer las expectativas de otros.