El químico sueco Jöns Jacob Berzelius se le acredita el descubrimiento del silicio en 1823-1824, cuando logró aislar una forma pura y amorfa de este elemento metaloide calentando tetrafluoruro de silicio con potasio y lavando repetidamente. El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre después del oxígeno y se usa ampliamente en la construcción, electrónica, vidrio y polímeros.