El tecnecio fue descubierto en 1937 por Carlo Perrier y Emilio Segre en Italia. Es un metal radiactivo con propiedades similares al platino que se sitúa entre el renio y el manganeso en la tabla periódica. Aunque es poco abundante en la Tierra debido a su inestabilidad, se produce en procesos de fisión nuclear y se usa para calibrar equipos científicos e industrialmente como catalizador.