El documento describe cómo el arte paleocristiano buscaba transmitir verdades de fe y testimoniar una realidad trascendente más que reproducir la realidad, estableciendo así una pedagogía de la imagen fundamental en el arte medieval. Usa varios símbolos como el ave fénix, la paloma, el ancla, el pavo real, el cordero y el pez para representar conceptos como la resurrección, la esperanza, la inmortalidad del alma y a Cristo, así como la cruz para representar el sacrificio de Cristo y la salvación de la humanidad.