Los sistemas distribuidos surgen para reducir costos y mejorar el rendimiento al compartir recursos entre computadoras independientes. Un sistema distribuido se define como una colección de procesadores que no comparten memoria ni reloj. Ofrecen ventajas como compartición de recursos, aceleración de cálculos y fiabilidad, pero también presentan desafíos en diseño, pérdida de información y seguridad.