San Martín le escribió a Mercedes Tomasa una serie de máximas o reglas de conducta para guiar la educación de su hija. Estas máximas se basan en una sólida filosofía ética y moral. Promueven tratar a los demás con honestidad, comprensión y lealtad, y rechazan la mentira, debilidad y estulticia. Definen la amistad como la unión de sentimientos compartidos y elevados ideales, similar a un amor no sexual que une dos almas.